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TOLKIEN, EL SEÑOR DE LOS ANILLOS Y LA EDAD MEDIALa recién estrenada en las pantallas primera parte de El Señor de los anillos (‘La compañìa del anillo’), no es una película histórica, en el sentido de que intente reflejar, más o menos fielmente, un período histórico pasado ... y sin embargo, al final, es una película sobre la Edad Media. Y esto es por su autor, J.R.R. Tolkien. Èste, como todo el munbdo sabe, era profesor de lenguas medievales en Oxfors, siendo un reconocido especialista en inglés antiguo y la lengua nórdica (con sus runas). Por supuesto, sus estudios le llevaron a familiarizarse con la Edad Media, en general, y con sus diferente mitologías, en particular. La influencia medieval en el Señor de los Anillos La Tierra Media es todo un submunto, o mundo paralelo, inventado por Tolkien y plasmado en sus tres principales obras: ‘El Hobbit’, ‘el Señor de los Anillos’, y, su obra póstuma, ‘el Silmarillion’, auténtica biblia de su mundo imaginado. Cuando uno lee la obra o vee la película no puede dejar de tener la sensaciòn de estar contemplando una historia "medieval". Medieval no porque el autor intentase una obra històrica, no. Medieval porque las armas de hoja que se ven y las armaduras son medievales. Medieval porque la mayor parte de las sociedades representadas tienen cierto aire medieval, monárquico y feudal (pirámide rey, guerreros, oradores, pueblo), si se prefiere. Medieval por la base de mitologìa que se refleja... Pero lo medieval se refleja tambièn en detalles màs concretos. Por ejemplo, a lo largo de la historia el tema de la sangre real, y la sucesiòn por derecho de sangre real, es clave. Este mitos, la legalidad de la sangre real, más que de la unción divina, es el mismo mitos que justificó, en grandes momentos de la historia, a la monarquìa medieval inglesa. Del mismo modo, siguiendo la tración medieval inglesa, el rey, por privilegios de sangre real, es un sanador... la misma facultad de curaciòn que tiene Aragorn por ser el portador de la sangre real de Numenorn. También, la sociedad guerrera de Rohan, nos puede hacer recordar a una típica sociedad feudal, con su pirámide social. De hecho, hay algunos historiadores que hablan de una influencia de la sociedad que aparece en el poema èpico altomedieval inglÉs, Beowulf, en la modelaciòn del reino de Rohan... esto no es gratuito; ya que Tolkien fue el que hizo una de las traducciones de esta obra al inglÉs moderno. De igual modo, Tolkien estaba familiarizado con la leyenda del Caballero Verde y Sir Gawain... con reflejos también en su obra... del mismo modo, él fue el autor de una ediciòn moderna de ese antiguo libro de caballerìa. Los cargos tampoco se los saca de la manga. Hay reyes, nobles, guardianes de la forntera.. y senescales. Todos ellos cargos presentes en la Edad Media. El cargo de sennescal proviene de época carolingia y, al igual que sucede en sus novelas (como el padre de Boromir), algunos senescales llegaron a ser o actuar como auténticos reyes... Por último, la mitología y el lenguaje, basados en las lenguas y mitos medievales que conocía. Especialmente se nutre de dos fuentes: la mitología nórdica y su lengua rúnica, y la mitología céltica-normanda. Ahìçí tenemos a trolls, duendes, hadas, espadas mágicas, etc. Todo ello embutido en un esquema de pensamiento católico y refundido, recreado e "innovado" por él.
El éxito medieval del Señor de los Anillos Cabría preguntarnos el porqué se hace ahora la película el Señor de los Anillos y cuál es el motivo de su éxito continuado durante más de cincuenta años. En el ámbito técnico, reflejar la riqueza presente en la obra no ha sido posible hasta ahora, gracias a un presupuesto desorbitado y a la magia de los efectos especiales. Los productores apostaban sobre seguro, conociendo el éxito de la novela. Pero es que también, además, desde hace unos 4-5 años asistimos a un renacer de las series de televisión y las obras sobre fantasía épica, o como dicen los anglosajones, de espada y brujería que, en muchos casos, beben de Tolkien. Ahí tenemos los exitosos ejemplos de las historias de Hércules o Xena... La gente quiere volver a creer y pasarlo bien viviendo un mundo lleno de valores, aventura y acción, pero rico en mitos... un mundo paralelo que nos aleje un poco del actual. A otro nivel, meramente físico-especulativo, ya se habían dado muestras de que los espectadores estaban dispuestos a aguantar largas películas épicas como Braveheart y compañía (por ejemplo ‘La delgada línea roja’, ‘Gladiator’, etc.) Esto le dio la libertad al director, y confianza a los productores, para realizar tres grandes películas, en todos los sentidos, que recrearan, lo más fielmente posible (dentro de los límites de lenguaje cinematográfico) el mundo reflejado por Tolkien en su trilogía. Sociedades reflejadas En definitiva, aún reconociendo que Tolkien no quisiera hacer una obra histórica, no pudo evitar reflejar una cierta concepción de la Edad Media con la que estaba tan familiarizado profesionalmente. Una Edad Media, y una tierra Media, más bien rural, donde los viajes son una auténtica proeza y donde los grandes hechos vienen determinados por los grandes personajes, dejando a un lado, omitiendo, el papel de la gran masa social, del pueblo... Pero, por supuesto, aquí Tolkien vuelve a demuestra su genialidad ya que pone a la cabeza de toda esta serie ve aventuras "caballerescas" a unos personajes que no habrían merecido la atención de las novelas de caballería y crónicas medievales: a cuatro personajillos del pueblo raso que son los auténticos héroes de la historia. Cierto que es un mundo nuevo imaginario, donde se mezclan pueblos que nos podrían recordar a la sociedad victoriana inglesa de principios del siglo XX (véase el pueblo Hobbit, rural, pacifico, con sus adelantos como cocina y cerillas), con otros pueblos claramente situados en un contexto feudal, e incluso imperial... esperando a un rey perdido. Es por eso, porque al fin y al cabo, es una recreación de una cierta visión de la Edad Media, por lo que, al final, muchos lectores y espectadores se sentirán atraídos por saber, no sólo más de la obra de Tolkien, sino de la Edad Media histórica, en general. Del mismo modo, Tolkien, escribiendo entre las dos guerras mundiales, y después de la segunda, busca recrear un mundo perdido donde los valores de la caballería y la amistad vuelvan a tener rabioso y épico valor. Lejos del atronador sonido de las explosiones, el vigoroso baile de las espadas; lejos de un mundo dominado por la economía, la lucha por los ideales y el constante conflicto entre el bien y el mal. José Manuel Rodríguez García, 2001 Publicado originalmente en TEMALIA |
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