Horario del Centro
Contacto
Mapa del Sitio
Facebook
Twitter
www.uned.es

 

Gijón, 19 de julio de 2021

Esteban Álvarez Fernández: “Hay evidencias de marisqueo en la zona de Ribadesella hace unos 18.000 años”

El coordinador del curso de verano de la UNED en Ribadesella señala que el consumo de marisco aparece documentado en las cuevas de El Cierro, Cova Rosa y Tito Bustillo

 

Esteban Álvarez Fernández.

Esteban Álvarez Fernández.

Esteban Álvarez Fernández, profesor titular de Prehistoria de la Universidad de Salamanca, es el coordinador del curso de verano "150 años de investigaciones prehistóricas en el valle del Sella, Asturias”, que la UNED ha impartido en el Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo bajo la dirección de Jesús F. Jordá. El profesor Álvarez Fernández es experto, entre otros temas, en las ocupaciones humanas en el Paleolítico Superior en la desembocadura del Sella. Su vinculación con las excavaciones de Asturias surgió tempranamente, cuando en el primer año de carrera participó con la profesora María Soledad Corchón Rodríguez en la excavación de la cueva de Las Caldas, en este caso en el valle del Nalón. El profesor asegura que “una vez que tuve entre mis manos materiales arqueológicos y que me formé excavando en la cueva ya no quise ser otra cosa que arqueólogo”. El curso de verano ha sido patrocinado por el Ayuntamiento de Ribadesella, con la colaboración del Centro de Arte Rupestre y el apoyo del Gobierno del Principado de Asturias.

 

¿Qué destacaría de las exposiciones científicas que se han desarrollado a lo largo del curso de verano?

En estos tres días hemos puesto en común diferentes investigaciones que estamos realizando distintos equipos que trabajamos desde hace ya unos cuantos años en diferentes yacimientos arqueológicos del valle del Sella. A través de los estudios que estamos realizando podemos decir con claridad que el comienzo de una verdadera ocupación tuvo lugar probablemente al final del Paleolítico Medio, al menos hace unos 45.000 años. Las evidencias más claras se concentran en tres cuevas: por una parte, naturalmente, la cueva de El Sidrón, también la cueva de Sopeña y asimismo tenemos evidencias de ocupaciones neandertales en la cueva de El Cierro.

 

¿Qué periodos están mejor documentados?

El periodo mejor documentado es el Paleolítico Superior, por la gran cantidad de yacimientos, no solamente en la desembocadura sino también en el valle medio y en el valle alto del Sella, que han sido excavados en las últimas décadas, entre los que destacan El Buxu y La Güelga en el valle medio, y después, en la desembocadura, Tito Bustillo, Cova Rosa, La Lloseta, Les Pedroses y El Cierro, yacimientos que también son muy importantes. Particularmente, el último de los citados, posee una estratigrafía que comprende desde finales del Paleolítico medio hasta comienzos del Holoceno, ya en época mesolítica. Además, el último día del curso, hemos hecho una síntesis de las investigaciones que se han hecho hasta el momento en el valle del Sella en los momentos recientes de la Prehistoria: en el Mesolítico, en el Neolítico y en las Edades de los Metales.

 

Esteban Álvarez, en la cueva de El Cierro

Esteban Álvarez, en la cueva de El Cierro.

¿Cómo definiría el perfil de los ponentes que han participado en este curso de verano?

Los ponentes que han participado son sobre todo profesores de universidad que trabajan en diferentes centros, en toda la península ibérica: en la Universidad de Salamanca, como es mi caso; en la Universidad de Alcalá de Henares, en la Universidad de Oviedo, en la UNED…

 

Las investigaciones que usted ha realizado ponen el foco en la práctica del marisqueo, de la que se habla muy poco en relación con la Prehistoria.

Los grupos humanos que habitaron los yacimientos del entorno de Ribadesella, además de ser cazadores y recolectores, eran mariscadores. Tenemos evidencias del marisqueo (llegan a formar verdaderos “concheros” o basureros) en este territorio al menos desde hace aproximadamente 18.000 años, en yacimientos como El Cierro, Cova Rosa, Tito Bustillo… Estos grupos humanos recogían patelas, llámpares como las llamáis en Asturias, también bígaros, y esta forma de explotación del medio continuó en periodos posteriores llegando al Mesolítico e incluso en época neolítica aparecen las primeras evidencias del cultivo de la tierra, la ganadería y las primeras tecnologías cerámicas. Los recursos marinos son siempre recursos complementarios de una dieta basada en el consumo de animales terrestres, primero cazados y después domesticados.

 

¿Y qué hallazgos son los que llevan a concluir que esos seres humanos desarrollaban el marisqueo?

Los restos que fosibilizan muy bien en estos yacimientos arqueológicos son las conchas de estos gasterópodos, que se recogen directamente sobre las rocas de la costa, y también se documentan restos de caparazón y púas de erizos de mar, restos del caparazón y las pinzas de los cangrejos y las uñas de los percebes. Eso sí, para hablar de la explotación de estos últimos crustáceos tenemos que esperar a comienzos del Holoceno, es decir, hace aproximadamente diez mil años, porque anteriormente el agua del mar era demasiado fría para que estos animales vivieran en las costas de la región cantábrica.

 

Cuando el trabajo arqueológico saca a la luz dichos restos, ¿qué es lo que deja claro que fueron recogidos por los grupos humanos de entonces para su consumo?

Los niveles donde aparecen estas evidencias, están acompañados de otras evidencias que nos indican que el yacimiento arqueológico fue ocupado en ese momento: restos de hogueras, útiles líticos y óseos, etc. Entre los restos líticos particularmente en el Mesolítico, lo característico son los picos asturienses, que se utilizaban posiblemente para abrir los erizos de mar.Además, en estos “concheros” se documentan restos de fauna de los animales que cazaban, particularmente el ciervo, y otra serie de artefactos realizados por los grupos humanos que evidencian que es un nivel antropizado, no un nivel natural o geológico.

 

Y el carbono 14, ¿verdad?

Exactamente. Después, para determinar los restos (conchas, huesos, carbones), los datamos mediante este método, que nos indica la fecha aproximada en la que se formó un determinado nivel.

 

Esta actividad de marisqueo, ¿estaba generalizada en todas las zonas de costa de la península ibérica?

En todas las zonas de costa de la península hay recursos marinos, diferentes tipos de especies dependiendo, eso sí, de si estamos en sitios costeros atlánticos o en mediterráneos… Además, es un recurso que permanece fijo sobre las rocas, con lo que siempre está disponible para ser recogido por los grupos de mariscadores prehistóricos.

 

El curso ha tenido un éxito de matrícula muy claro, con las plazas agotadas en pocos días…

La verdad es que el éxito del curso ha sido total, y esperemos que quienes no han podido matricularse en este puedan hacerlo en ediciones futuras, ya que, como ha señalado el alcalde de Ribadesella, la idea es continuar con estos cursos de verano en el futuro.

 

Esteban Álvarez Fernández con parte del alumnado del curso.

Esteban Álvarez Fernández con parte del alumnado del curso.

 

 

CA Asturias. Gijón