Horario del Centro
Contacto
Mapa del Sitio
Facebook
Twitter
www.uned.es

 

Gijón, 16 de julio de 2021

¿Por qué el valle del Sella llegó a ser una “tierra generosa” desde el punto de vista prehistórico?

Una conversación con Jesús F. Jordá, director del curso de verano "150 años de investigaciones prehistóricas en el valle del Sella, Asturias”

 

El director del curso de verano, el arqueólogo Jesús F. Jordá

El director del curso de verano, el arqueólogo Jesús F. Jordá

Jesús F. Jordá Pardo, profesor de Prehistoria de la UNED, ha dirigido excavaciones arqueológicas en varios yacimientos kársticos del Alto Valle del Jarama, en Guadalajara, y ha codirigido un proyecto de investigación en el castro de San Chuis, en el concejo asturiano de Allande. También ha realizado estudios geoarqueológicos en una treintena de yacimientos arqueológicos de todo el país, entre los que se encuentran varias cuevas del oriente de Asturias: La Güelga, Coimbre y Cova Rosa. Por lo tanto, no resulta extraño que haya dirigido un curso de verano dedicado a abordar los "150 años de investigaciones prehistóricas en el valle del Sella, Asturias”. La actividad, organizada por el Centro Asociado de la UNED en Asturias, se ha desarrollado esta semana en el Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo, en Ribadesella. Motivos de salud han impedido al profesor Jordá estar presente en el evento, pero su ponencia y sus palabras de agradecimiento han sido leídas por el catedrático Mario Menéndez Fernández. Las nuevas tecnologías le han permitido estar al tanto del buen desarrollo del curso, así como de los deseos de una pronta recuperación por parte de profesores y alumnos, que esperan que la experiencia de esta actividad pueda repetirse en el futuro.

 

¿Cómo surgió la idea de organizar este curso de verano?

El curso surgió por iniciativa del alcalde de Ribadesella, Ramón Canal, quien nos sugirió la posibilidad de organizar un curso de verano en el concejo riosellano, para dar a conocer al gran público los resultados de las recientes investigaciones que diferentes equipos están llevando a cabo en territorio del Sella y aledaños. Tanto Esteban Álvarez como yo asumimos de inmediato la propuesta y nos pusimos a articular los contenidos del curso. Por mi parte, contaba con la infraestructura de los cursos de verano de la UNED y, sobre todo del Centro Asociado de la UNED en Asturias, cuyo director, Juan Carlos Menéndez Mato, se volcó desde el primer momento en llevar adelante el curso. El plato fuerte del mismo eran sendas visitas a las cuevas de Tito Bustillo y Les Pedroses, por lo que contactamos de inmediato con el director general de Cultura y Patrimonio del Principado de Asturias, Pablo León, que hizo posible que se realizaran estas visitas especiales en pequeños grupos (condicionadas por los protocolos COVID), y puso a nuestra disposición el Aula del Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo.

 

¿Qué es lo más novedoso del programa?

En este curso, los diferentes especialistas que han trabajado en los principales yacimientos prehistóricos del valle del Sella y sus afluentes han expuesto sus conclusiones sobre sus investigaciones en el centro neurálgico de la zona, en Ribadesella, donde acontecieron los hechos históricos, en este caso de la Prehistoria, que se han estudiado y que se han expuesto a lo largo de seis charlas y dos visitas guiadas para ver las manifestaciones artísticas de las cuevas de Tito Bustillo y Les Pedroses. Esto presenta un atractivo especial, pues las personas participantes han podido conocer de manera la geografía actual de los espacios donde sucedieron más de 40.000 años de Historia de la Humanidad, en este rincón del Principado de Asturias.

 

Jesús F. Jordá

Jesús F. Jordá en la Cova Rosa

¿Por qué el valle del Sella, como señala el título de su ponencia, es una "tierra generosa" desde el punto de vista prehistórico?

Es una buena pregunta. Mi charla se titula "Una tierra generosa" porque el valle del Sella fue durante la Prehistoria una zona de la geografía del norte de Iberia en donde los neandertales y los humanos modernos pudieron encontrar cobijo en las numerosas cuevas que jalonan el valle principal y el de los afluentes, donde tenían a su disposición tanto recursos geológicos, agua para beber y para empezar a realizar sus primeras cocciones culinarias y rocas para tallar sus herramientas, como una abundante fauna de mamíferos que podían cazar para subsistir (ciervos, corzos, cabras), una zona costera donde aprovisionarse de moluscos y crustáceos marinos para completar su alimentación y una vegetación de la cual podían obtener también recursos alimenticios vegetales.

 

Su ponencia ha señalado, además, cómo el bajo nivel del mar que había entonces influyó en el paisaje y condicionó a las poblaciones humanas, que contaban con más territorio.

Sí, debido a la rigurosidad de la última glaciación, el mar se encontraba en un nivel muy inferior al actual, lo que permitió la emersión de ancha franja de tierra paralela a la línea de costa actual por donde las poblaciones prehistóricas podían realizar desplazamientos de corto, medio y largo alcance, que se complementaban con los que realizaban a lo largo del propio valle del Sella desde su desembocadura hasta su curso alto y de sus tributarios el Güeña y el Piloña.

En el curso se han abordado cuestiones de especial interés en el debate prehistórico actual… ¿Cuáles destacaría?

De especial interés han sido las charlas que se han impartido sobre la cueva de El Sidrón (Piloña) donde, como ya casi todo el mundo sabe, se recuperaron los esqueletos de 13 individuos neandertales, la mayor acumulación de Eurasia, de los cuales cada vez vamos sabiendo más cosas, y sobre la cueva de El Cierro, que tiene una de las estratigrafías arqueológicas más largas de Iberia y de Europa, desde el final de los neandertales hasta los concheros asturienses y el primer neolítico asturiano, incluyendo toda la secuencia del Paleolítico superior, a lo largo de una extensión temporal de más de 40.000 años.

 

Recientemente, usted ha participado en una investigación que ha precisado cuándo vivió el Homo sapiens en Asturias.

Sí, hemos conseguido precisar la cronología de la ocupación por Homo sapiens de la Cova Rosa (Sardéu, Ribadesella). Los resultados se han publicado en la revista “Radiocarbon”, de la Universidad de Cambrige. Por primera vez hemos obtenido fechas radiocarbónicas de dicho yacimiento, en el que los humanos modernos habitaron durante cerca de 20.000 años con algunas interrupciones. Esto ocurrió durante el Solutrense, el Magdaleniense inferior y superior y el Mesolítico, y dio lugar a la acumulación de restos arqueológicos del Paleolítico superior en un depósito de más de dos metros de espesor. Este depósito estuvo cubierto por un conchero del Mesolítico del que solo quedan pequeños testigos.

 

Yacimiento paleolítico de Cova Rosa (Sardéu, Ribadesella).

Yacimiento paleolítico de Cova Rosa (Sardéu, Ribadesella).

 

CA Asturias. Gijón