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Gijón, 22 de diciembre de 2022

Prácticas para “ver” la química

La profesora-tutora Nuria Armesto acerca a estudiantes de distintas ingenierías a los experimentos que permiten comprender la composición de la materia, con numerosas aplicaciones en la industria
El curso pasado, 2021-2022, UNED Asturias gestionó prácticas de laboratorio para 404 estudiantes de 46 asignaturas, relacionadas con biología, química, geología o física
La profesora-tutora Nuria Armesto expliando un experimento a un estudiante.

Israel Méndez y la profesora-tutora Nuria Armesto.

Israel Méndez estudia el primer curso del Grado en Ingeniería de Energía, la nueva titulación de la UNED que persigue formar a los futuros ingenieros en materia de sostenibilidad, eficiencia global y ética profesional. Eligió este grado porque "lo vi nuevo y me llamó la atención”. Ya había cursado mecánica en otra universidad, y recurrió al modelo semipresencial de la UNED, fundamentalmente, porque está trabajando. Su empresa produce vidrio de construcción. Este es su primer día en el laboratorio de UNED Asturias, donde realiza las prácticas de la asignatura Fundamentos Químicos. “Las prácticas son interesantes, la verdad. Me ayudan a asimilar el temario, porque a veces no puedo seguir las clases online, al estar trabajando, y además me permiten entrar en contacto con otros compañeros”.

La profesora-tutora que se encarga de explicar los experimentos, Nuria Armesto, afirma que “la química, sin verla en el laboratorio, es muy árida”. “Cuando los estudiantes llegan al laboratorio y ven realmente cómo suceden los cambios de color cuando hay reacciones, y por qué se producen estas, entienden mucho mejor la teoría. En Química, la práctica es fundamental”.

Estudiante comprueba el resultado de un experimento.

Julio García.

En concreto, los estudiantes están midiendo ahora la dureza del agua, es decir, “la cantidad de calcio y magnesio que tiene”. “Eso lo hacemos mediante una técnica de análisis muy conocida, que se llama volumetría”, explica la profesora. El alumno echa una disolución, conocida como valorante, que hace reaccionar con el calcio y con el magnesio, y así puede ir determinando, cuando cambia el color de un indicador, la cantidad existente. Esta práctica reviste especial interés para los ingenieros cuando diseñan partes de una planta y hay que decidir el tipo de tuberías para movilizar agua. “Tienen que tener en cuenta la dureza del agua, que es lo que provoca que vayan quedando depósitos y se taponen las tuberías generando diversos problemas; por ejemplo, los daños que se pueden causar en las lavadoras y que todos conocemos. Cuanto más alta sea la dureza más se estropean los mecanismos que utilizan agua”.

Otro aspecto que se trabaja en las prácticas de Química está relacionado con la ingeniería mecánica. Así, cuando se diseña una planta, es importante que no aparezca corrosión en los metales que se sueldan. Para ello, hay que saber “interpretar los potenciales de reducción -subraya Nuria Armesto-, saber qué metales se pueden unir y cuáles no, para que no se deterioren una vez soldados. Al tener esto en cuenta, se evita ese efecto de corrosión y, por tanto, la degeneración de las plantas”.

En efecto, ahora los alumnos están enfrentando los metales para analizar cuáles se oxidan más fácilmente. Los alumnos pueden ver cómo el magnesio es uno de los metales más activos. La profesora explica que por eso se utiliza como “ánodo de sacrificio” unido a tuberías y cañerías para evitar la corrosión de las mismas. El alumno que acaba de realizar esta última práctica es Julio García, estudiante de Ingeniería Mecánica, que trabaja en el departamento de Calidad de una empresa de I+D. Llevaba tiempo queriendo estudiar este grado. “Cuando llegas al laboratorio por primera vez todo es nuevo y te llama la atención”, asegura. Su trabajo tiene bastante relación con el grado, así que los estudios le permiten enriquecer su cualificación. Julio trabaja en el departamento de calidad de una empresa de I+D, con las mediciones de las piezas que se realizan por impresión 3D, “por ejemplo, una carcasa que se necesite para una máquina porque tenga una forma un poco extraña”. “Yo trabajo en la medición, en calidad, pero conocer la parte de diseño es complementario”, comenta.

El curso pasado, 2021-2022, UNED Asturias gestionó prácticas de laboratorio para 404 estudiantes de 46 asignaturas relacionadas con biología, química, geología o física, lo que incluye el Grado en Ciencias Ambientales, el Grado en Ciencias Físicas, el Grado en Ciencias Químicas, y los grados en Ingeniería Informática, Ingeniería en Tecnologías de la Información, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Electrónica Industrial y Automática, Ingeniería en Tecnologías Industriales e Ingeniería de la Energía.

UNED Asturias. Gijón