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Gijón, 17 de noviembre de 2022

Fred Copeman, el hombre que eligió cambiar

Luis Arias González y José Luis Martín Rodríguez han presentado en UNED Asturias su edición y traducción ― por primera vez al español― de las memorias del brigadista y comunista británico, La razón en marcha
Desde su experiencia en la guerra civil española, Copeman no dejó de evolucionar ideológicamente, hasta identificarse con el movimiento del Rearme Moral y con el laborismo
Luis Arias González y José Luis Martín Rodríguez

Han tenido que pasar más de setenta años para que se publique en español La razón en marcha (Reason in revolt), el libro de memorias de Fred Copeman (Wangford, Suffolk, 1907-Londres, 1983), que luchó con las Brigadas Internacionales en la guerra civil española y participó en la defensa de Londres durante la Segunda Guerra Mundial. Su personal evolución ideológica puede haber influido en ese olvido editorial. Los profesores Luis Arias González y José Luis Martín Rodríguez acaban de darle, por fin, la palabra a Copeman con su edición y traducción de la obra en Renacimiento. Los investigadores, que han presentado el libro en UNED Asturias, cuentan con una sólida experiencia en la enseñanza de la Historia en educación secundaria y, en el caso de Luis Arias, como profesor-tutor de la UNED hasta su jubilación. A ambos les une, entre otros temas, el interés por la cultura anglosajona y la atracción por el fenómeno de los conversos ingleses, desde los grandes nombres (Chesterton, Tolkien, C. S. Lewis...) hasta los menos conocidos como Copeman.

¿Por qué las memorias de Fred Copeman han tardado más de setenta años en publicarse en español?

Luis Arias González: Cuando salieron en 1948, Copeman arrastraba para el franquismo el estigma de haber sido brigadista y comunista, lo que hacía muy difícil su publicación. Podría haber tenido lugar esto en la época de la apertura de Fraga, cuando se editaron libros como el de Enrique Castro, el de Koestler y otros sobre el repudio al comunismo, pero entonces Copeman estaba ya en el olvido.

José Luis Martín Rodríguez: Con la Transición, molestaba la visión heterodoxa y personalista que había expresado sobre las Brigadas internacionales y su vinculación con el catolicismo y el movimiento del Rearme Moral, así como la campaña de descrédito que sobre su obra y su persona se había vertido durante años desde el sistema de Agitprop.

¿Cuál es su principal interés para el lector de hoy?

LAG: La referencia moral que supone alguien capaz de reconocer sus errores y cambiar su trayectoria personal de una forma tan valiente. Aunque la historia jamás se repite, las circunstancias que vivió en los años 20, 30 y 40 guardan enormes similitudes con las que padecemos ahora y su ejemplo de crítica y asunción puede darnos muchas pistas para resolver los problemas en los que estamos inmersos.

¿Cuántos años pasó Copeman en España y cómo podría resumirse brevemente su experiencia en nuestro país?

JLMR: Pasó casi dos años completos luchando en España como voluntario. Aquí dejó su sangre al ser herido de gravedad y estar a punto de morir y puso de manifiesto sus dotes de mando como comandante del Batallón Británico -"Bloody Fred"-, a la vez que comenzó su proceso de desencanto con el estalinismo que cambiaría toda su vida posterior en el más amplio sentido. Hay un antes y un después tras su experiencia española.

¿Y se relacionó con los actores de la vida cultural y política de la España de entonces?

LAG: Como tantos otros extranjeros que intervinieron en España, vivió dentro de una burbuja sin profundizar más allá de las inquietudes inmediatas propias de su labor militar y política que le absorbían por completo en cada momento. Lo interesante es que puede considerarse paradigma de lo que percibieron de España y de los personajes españoles del momento los voluntarios con todos los errores y tópicos añadidos, así como la visión desmitificadora y enormemente realista de lo que fueron las batallas para el combatiente de a pie y el complejo universo, contradictorio y muy matizable, de las Brigadas Internacionales.

Además de su participación en la guerra civil española, ¿qué otras vivencias marcaron su evolución y sus cambios ideológicos?

JLMR: Su dura infancia marcada por el Hospicio para pobres y el paso por la institución del Dr. Barnardo, así como el tiempo en que estuvo enrolado en la Marina Real en que descubrió sus dotes de líder y su vena social, también la afiliación comprometida al Partido Comunista Británico y el episodio de visita a la Unión Soviética, que sirvió para terminar de abrirle los ojos a la cruda realidad. Por eso el título del libro, La razón en marcha, que alude con sarcasmo a un verso de la “Internacional”. Pero no acaba aquí este proceso que continuó con su conversión al catolicismo, precedida por su participación en la defensa civil de Londres durante la II Guerra Mundial y culminada con la identificación con el movimiento del Rearme Moral y el Laborismo, a partes iguales.

¿La imagen que tienen de Copeman ha cambiado respecto a la que tenían antes de iniciar la investigación?

LAG: Sí, porque nos interesó precisamente el porqué de su mala imagen entre ciertos especialistas y las críticas sobre su obra nos llevaron a leerla de primera mano, descubriendo lo que en realidad era por encima de los errores y lagunas que encierran sus memorias, algo habitual en este tipo de obras por otra parte.

En los últimos años se ha producido una recuperación editorial significativa de obras memorialísticas con interés literario o histórico, muchas de ellas sobre la guerra civil. ¿Hasta qué punto es importante completar las aproximaciones historiográficas más objetivas con la lectura de los recuerdos de los protagonistas?

JLMR: Hasta no hace mucho, en España la biografía en todos sus subgéneros era considerada como un pariente menor de la Historia y vista con cierta displicencia en el ámbito académico. A pesar de ello, los lectores y ciertas editoriales nunca le han dado la espalda a esta modalidad. Afortunadamente, esto ha ido cambiando poco a poco gracias a las aportaciones decisivas de un grupo de historiadores excepcionales que arrancan desde Carlos Seco Serrano y llegan hasta la actualidad con Isabel Burdiel, Enrique Moradiellos, Elena Sandoica o Anna Caballé.

LAG: Su mayor aportación es que el individuo forma parte de la historia tanto como los grupos y las estructuras de todo tipo y condición. No olvidemos que es en última instancia el individuo el que o bien dirige o participa y siempre soporta cada uno de los acontecimientos de la historia. Prescindir de la interpretación que tiene de los mismos supondría una tergiversación, aunque sepamos de la carga de objetividad y relativismo que lleva aparejada en sí la biografía.

José Luis Martín Rodríguez, José Luis Carmona García, coordinador de Extensión Universitaria de UNED Asturias, y Luis Arias González

UNED Asturias. Gijón