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Hemeroteca del Curso Académico 2010/2011

Cursos de verano 2010/2011

Noticias del Curso de "El Papel de la Seguridad..."

Un gran momento para relación entre seguridad pública y privada

7/7/2011

La seguridad privada tiene un nivel de aceptación entre los espaóoles superior al 75 por ciento y casi un tercio de este tipo de seguridad está demandada por la administración pública. La valoración de este sector, que tiene un volumen de contratación cercano a los 5.000 millones, pasa por un momento dulce. Y la seguridad pública también. Según la última encuesta del CIS, la Guardia Civil y la Policía Nacional están entre las instituciones que más valoran los españoles. Con estos datos no es extraño que el comisario jefe de la Unidad de Seguridad Privada del Cuerpo Nacional de Policía, Esteban Gándara, haya señalado que las relaciones entre ambos tipos de seguridad son “excelentes” y que “a la seguridad pública hay que sumarle todas las capacidades de la seguridad privada, tanto para el plano preventivo como para el investigativo”.

Este tipo de coordinación es una importante línea de acción de su Unidad, que no sólo ejerce el control de la seguridad privada para autorizar a las empresas, habilitar a su personal e inspeccionar los servicios. Además, la coordinación en el ámbito operativo es una actividad natural si tenemos en cuenta que hay más de medio millón de servicios de seguridad privada y más 100.000 trabajadores. Sobre todo ello ha hablado Gándara esta tarde en Baza, dentro del curso de verano 'El papel de la seguridad privada ante las demandas sociales de seguridad', en una ponencia que se ha centrado en la 'Coordinación operativa de la seguridad pública y privada'.

Entre las actuaciones más relevantes en este campo se ha referido al 'proyecto Colabora', en el que los dos ámbitos de la seguridad, público y privado, trabajan para “conseguir el mayor nivel de seguridad posible a través de la suma de seguridades”. Para conseguirlo han desarrollado nada menos que una decena de programas de trabajo. Pero el motivo de la iniciativa no es que haga falta más seguridad, ha advertido. “No estamos proponiendo mejoras a través de cambios porque nos vaya mal, sino que precisamente porque nos va bien creemos que podemos mejorar”. Al fin y al cabo, esta coordinación es “esencial”, pues los trabajadores en la seguridad privada “están en todos los sectores y en todos los lugares”.

Hasta en los más alejados. Precisamente, una de las profesiones que más han potenciado la colaboración entre la seguridad pública y la privada ha sido la de los guardas particulares de campo, una categoría que incluye a los guardas de caza y los guardapescas marítimos, quienes llevan a cabo sus labores codo con codo con la Guardia Civil. Su función es “desarrollar las funciones de la seguridad privada en fincas rústicas, cotos de caza, instalaciones de acuicultura y en zonas marítimas de especial protección”, según el jefe del Área de protección de la naturaleza de la Escuela de especialización de la Guardia Civil, Félix Carrasco. Sobre todo ello ha hablado esta mañana en el mismo Centro Asociado de Baza, en una ponencia sobre 'Los riesgos medioambientales y sus efectos en la seguridad ciudadana'.

Esta profesión tiene una larga tradición en España. Su primera regulación data de 1849, cuando una Real Orden del reino de Isabel la Católica “aprueba el reglamento para guardas particulares de campo de todos los pueblos del reino”. Actualmente, la formación que deben tener es parecido a la de los demás profesionales de la seguridad privada, pero con añadidos específicos al entorno en el que desarrollan su trabajo. El derecho administrativo, el derecho ambiental, los ejercicios de tiro y las pruebas físicas se unen a los conocimientos medioambientales que les den una base sobre “las categorías de espacios naturales o las especies protegidas del área donde trabajan”, por ejemplo.

Andrés Masa

Curso: El papel de la seguridad privada ante las demandas sociales de seguridad

Sede: Baza

Los detectives privados y sus lupas digitales

7/7/2011

Ha pasado más de un siglo desde que el novelista inglés Arthur Conan Doyle escribiera las peripecias de su famoso detective Sherlock Holmes, y para muchos sigue siendo la primera referencia que les viene a la cabeza cuando piensan en la profesión detectivesca. Es un personaje genial, como su creador, pero está muy lejos de representar a los detectives del siglo XXI, cuyas lupas están hechas de silicio y cuyas conclusiones se apoyan más en archivos digitales que en ingeniosas deducciones. Y es que las funciones de los detectives son muy variadas, pero es el ámbito de la empresa el que en los últimos años más les ha empujado hacia la profesionalización, afirma el director general del Grupo Winterman, Enric Vilamajó, que está hoy en Baza para participar en el curso de verano 'El papel de la seguridad privada ante las demandas sociales de seguridad'.

“Proveer información para desvelar hechos falseados u ocultos, como fraudes, competencia desleal o espionaje industrial” son algunos de los encargos que los detectives están sumando en los últimos años a las típicas misiones relacionadas con las infidelidades o las desapariciones, explica. En este contexto, es frecuente que los investigadores privados, dedicados a “obtener información y pruebas en los delitos que no se persiguen de oficio”, y siempre que la información sea de público acceso, completen su formación obligatoria de tres años con otras destrezas.

El grupo de empresas dirigido por Vilamajó, que se dedica a la investigación y a la inteligencia, y que con sus 80 trabajadores atiende unos 1.000 casos al año, es un buen ejemplo de los distintos perfiles que existen entre los detectives. “Habitualmente vienen del mundo de la dirección de empresas, del sector financiero o del ámbito legal”, apunta. Y añade: “nuestros informes nos sitúan prácticamente como peritos que dictaminamos conclusiones sobre lo que vemos”. Pero los detectives privados no siempre acuden al juzgado para testificar, hay veces que ellos mismos son encausados por extralimitarse en sus funciones, por lo que deben tener muy claro donde está el límite legal a sus indagaciones.

Con el objetivo de que los alumnos que participan en este curso conozcan a la perfección estas limitaciones, el director del título propio de Detective privado de la Universidad de Granada, Miguel Olmedo, impartirá mañana una ponencia en la que se centrará en la vulneración del derecho constitucional a la intimidad de las personas. Según Olmedo, dicha vulneración es el argumento más frecuente en la jurisprudencia que castiga a los detectives que se extralimitan en sus funciones, pues “este tipo de derechos sólo puede limitarse por orden judicial en el marco de un proceso penal de delito”, y estas órdenes se prescriben a la policía judicial.

Los castigos a los que se exponen los detectives enjuiciados son considerables. En los casos relacionados con la intercepción telefónica no autorizada y con las captaciones videográficas que vulneren la intimidad de las personas o de sus familias la pena es de hasta 5 años de prisión. En los casos de allanamiento de morada llega hasta 2 años, y en ambas circunstancias está prevista la inhabilitación profesional. Por otra parte, Olmedo advierte que la de detective privado “es una profesión muy dada al intrusismo. La escasez de detectives a veces lleva a recurrir a personas sin la habilitación correspondiente”, lo que puede conllevar una pena de hasta 6 meses de prisión e inhabilitación de cara al futuro.

Andrés Masa

Curso: El papel de la seguridad privada ante las demandas sociales de seguridad

Sede: Baza

La seguridad privada, un camino hacia el empleo

7/7/2011

La seguridad privada es un sector al alza. Los problemas de insolvencia, la violencia de género, el espionaje industrial y el comercial son sólo cuatro ejemplos de los abundantes nichos de empleo que ofrece el sector privado a las personas que se dedican a esta actividad. Es lo que recoge el 'Libro blanco de nuevos nichos de empleo' editado por la Unión Europea, según el director gerente del Instituto Europa, Juan Antonio Sánchez. Y sabe de lo que habla, ya que su instituto ha organizado con la UNED un curso modular de tres años para formar a los futuros detectives privados. La formación ha comenzado este año con una matriculación de 50 personas.

Pero el mundo de la seguridad privada es muy amplio, y existen varios caminos para introducirse en el mercado laboral. Ya opten por empresas de seguridad o por organizaciones que cuentan con sus propios departamentos, los alumnos del curso 'El papel de la seguridad privada ante las demandas sociales de seguridad' interesados en desarrollar su carrera en este ámbito sabrán orientarse hacia donde más les convenga. Entre Sánchez y el jefe del Grupo de Análisis de la Unidad Central de Seguridad del Cuerpo Nacional de Policáa, José Luis Morán, desgranarán esta semana en Baza los aspectos que diferencian a un jefe de seguridad de un director, las dos figuras más relevantes en el campo de la seguridad privada.

La diferencia fundamental es clara. Mientras que el jefe de seguridad trabaja en una empresa especializada, que tiene a su cargo a vigilantes, a escoltas y a otros profesionales, el director está a la cabeza del departamento propio de cualquier compañía o institución que necesite destinar recursos a la seguridad. Estos departamentos son obligatorios en los centros que sobrepasen los 24 vigilantes durante más de un año, en las entidades de crédito y en los espectáculos deportivos profesionales. Además, “las autoridades administrativas pueden imponer un departamento de seguridad y también se puede establecer de manera voluntaria”, detalla Sánchez.

Los jefes y directores de seguridad comparten una tarea crucial de la cual depende todo su trabajo posterior, que es el análisis de riesgo. “¿Qué hay que proteger? ¿Qué tipo de amenaza tenemos? ¿Cuánta protección es necesaria?”. Según Morán, estas son las preguntas que hay que formularse para hacer un buen análisis de riesgo. Su experiencia es una importante aportación a este curso de verano, pues su unidad de la Policía Nacional se ocupa del control y de la autorización de las empresas privadas.

Entre las funciones de los jefes de seguridad privada, tema en torno al cual gira su ponencia en el curso, Morán destaca la organización y dirección del personal de seguridad, la proposición de los sistemas adecuados, el control de la formación del personal, la coordinación de seguridad en momentos de catástrofe natural o similares, la colaboración con las fuerzas de seguridad del Estado y la dirección de los ejercicios de tiro. Prácticamente las mismas que tienen los directores de seguridad, aunque estos últimos no están habilitados para encargarse de los ejercicios de tiro ni de la planificación de la formación. Con la base que ofrecen estos dos ponentes, los alumnos contarán con una información muy relevante tanto a la hora de orientar su carrera profesional como para comprender un mundo que se caracteriza por sus grandes dimensiones y sus variadas posibilidades.

Andrés Masa

Curso: El papel de la seguridad privada ante las demandas sociales de seguridad

Sede: Baza

La sociedad del riesgo y las demandas de seguridad

7/7/2011

La actual sociedad del riesgo tiene una lógica muy curiosa. “Fragmentada, dinámica y cambiante”, en definitiva, “caleidoscópica”, configura el presente prestando atención a un futuro concebido como factor de riesgo, explica el profesor de Sociología Julio Bordas. Acompañado por la pérdida del control moral sobre nuestras valoraciones y una nutrida lista de riesgos potenciales, ha supuesto una “multiplicación exponencial de una demanda supersticiosa de seguridad”, añade tras impartir en Baza la ponencia de apertura del curso de verano 'El papel de la seguridad privada ante las demandas sociales de seguridad', que se celebró ayer por la tarde. Eso sí, sin dramatizar. Una buena educación, el control social informal -que es “que los vecinos regañen a los niños cuando hacen travesuras en la calle”, por ejemplo- y la prudencia individual siguen siendo buenos aliados para que nuestras demandas no caigan en la exageración.


El fenómeno es relativamente nuevo si tenemos en cuenta que data de hace alrededor de medio siglo. Y quizá se haya incrementado debido a factores como el multiculturalismo creciente, la desigualdad social a una escala internacional y los incrementos de la población, por ejemplo. O puede que la clave esté en los incomprendidos riesgos de las nuevas tecnologías o el terror que infunden los desastres de la naturaleza. Sea como fuere, lo cierto es que “el miedo al futuro está condicionando el presente”, sintetiza Bordas.

Que alguien haga algo para que estemos seguros! Esa parece ser la respuesta de la sociedad a los riesgos que acarrea el futuro, una demanda que está condicionada por varios factores, entre los cuales figuran los medios de comunicación social y los gobiernos nacionales. Frecuentemente, los medios hacen que fenómenos poco frecuentes parezcan muy cercanos, incluso que uno mismo corre el riesgo de llegar a sufrirlos. Pero “no es aleatorio sufrir un delito”, advierte Bordas al tiempo que señala dos paradojas al respecto. En primer lugar, quienes menos se esperan ser víctimas de un delito son quienes más probabilidades tienen de sufrirlo, mientras quienes menos expuestos están a los delincuentes tienen más miedo a que les aborden. La segunda paradoja es que el delito ocurre “donde menos te lo esperas”, es decir, en espacios conocidos y en las personas que te rodean. En concreto, en las que están en un radio de 2 kilómetros del domicilio de la víctima, o sea, sus vecinos.

Todo esto desemboca en decisiones políticas que pueden volverse contra la propia ciudadanía por condicionar su libertad. “Para atender las demandas nuevas de seguridad la reacción política generalizada ha sido un despliegue enorme de policía visible y un endurecimiento y prolongación de las penas”, indica quien también es vicerrector de Formación Permanente de la UNED. “Una forma de atender a las víctimas es castigar a los delincuentes y desplegar a la policía, pero otra forma que nadie hace es diseñar tratamientos de resocialización y reinserción social”. Esta tarea es muy necesaria porque “el peor daóo que infringe un delincuente a su víctima es que transforma a la persona”.

Un buen ejemplo de esta transformación está en las víctimas que no están en condiciones de igualdad de circunstancias con las demás, por lo que demandan al Estado una mayor protección y seguridad. Entre estos casos figuran las mujeres, los menores, las personas discapacitadas, los ancianos y los colectivos en riesgo de exclusión social como los inmigrantes y las minorías étnicas. “La fuerza que tienen es moverse en asociaciones de víctimas, con lo que desaparece su invisibilidad”, afirma la profesora de derecho penal y Criminología de la UNED María Dolores Serrano, quien ha abordó el tema tras la intervención de Bordas. Las presiones de estas asociaciones por incrementar el castigo de los delincuentes han servido para reformar el derecho penal, como en el caso de los delitos de violencia de género y violencia doméstica.

Pero los objetivos alcanzados demuestran que la legislación no puede enmendar todos los problemas y que debe ir acompañada de medidas sociales. “En los menores sí se ha conseguido mayor protección”, indica Serrano, pero no ha sucedido lo mismo con las mujeres, aunque la ley de violencia de género prevee medidas sociales para atajar los problemas a los que se ven expuestas algunas de ellas. Y es que cuando el derecho penal atiende las demandas de las asociaciones que piden mayor seguridad actúa en dos sentidos diferentes. Por una parte, “satisface la demanda de una castigo mayor”. Por la otra, “al legislador le compensa más modificar el código penal que crear políticas sociales”, lo que nos lleva al principio del problema.

Andrés Masa

Curso: El papel de la seguridad privada ante las demandas sociales de seguridad

Sede: Baza

Recta final para la V edición de los cursos de verano de la UNED de Baza

Baza, 7 de julio de 2011

El director del curso y Vicerrector de Formación Permanente de la UNED, Julio Bordas, inauguró el curso que trata sobre ‘El papel de la seguridad privada ante las demandas sociales de seguridad’

La sociedad actual, denominada sociedad del riesgo, se caracteriza por un aumento constante de la sensación de inseguridad, en unos casos debido a la aparición de nuevos riesgos, y en otros motivados por una percepción subjetiva de inseguridad, que, en muchos casos no tiene relación con factores reales, como pueda ser, entre otros, la delincuencia. Esta realidad social lleva aparejada una creciente demanda de seguridad por parte de los ciudadanos al Estado, que en algunas ocasiones se ve impotente para atender a estos requerimientos. Ante la nueva realidad social, la seguridad privada adquiere relevancia como elemento esencial, junto a los medios públicos, en el ejercicio de las funciones de seguridad ciudadana.

Sobre éstas premisas, el director del curso y Vicerrector de Formación Permanente de la UNED, Julio Bordas (Profesor de Sociología de la UNED), basándose en las cifras de colaboración entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y las empresas prestatarias de Seguridad, comparó de forma muy gráfica la seguridad privada con otros ámbitos de aplicación de lo público, como el de la educación, para afirmar que a día de hoy, se puede hablar más de seguridad concertada, que de seguridad privada.

A la inauguración asistió también la codirectora del curso, Mª Dolores Serrano Tárraga, la directora del centro asociado bastetano, Josefa Martínez Talavera y la concejala del área de Cultura, Educación, Juventud y Deporte del Ayuntamiento de Baza, Yolanda Fernández.

La directora de la UNED de Baza, Josefa Martínez Talavera, agradeció a los directores del curso la elección de Baza para la realización del mismo y a los asistentes, por su desplazamiento desde distintos y distantes puntos de España para asistir al último de los cursos de verano de ésta edición en Baza.

Yolanda Fernández Moreno, presidenta del área de Cultura, Educación, Juventud y Deporte del Ayuntamiento de Baza, valoró muy positivamente la realización de los cursos de verano en Baza, que permiten a la ciudad darse a conocer en todo el ámbito nacional y a los bastetanos, tener una formación de calidad durante todo el año.

Julio Bordas, inauguró oficialmente el curso y ofreció la primera ponencia, titulada ‘Las demandas de seguridad en la sociedad actual’. El curso concluirá el viernes 8 con la ponencia ‘La responsabilidad penal del detective privado por intromisiones ilegítimas en la intimidad de las personas’, impartida por Miguel Olmedo Cardenete, Director del Título propio de Detective Privado en la Universidad de Granada.

Moisés Gallardo

Curso: El papel de la seguridad privada ante las demandas sociales de seguridad

Sede: Baza


Noticias del Curso de "La Risa y el Humor..."

La fiesta de las emociones

01/06/2011

Los alumnos del curso de verano 'La risa y el humor: entrenamiento en emociones positivas' festejan hoy el final de tres emocionantes jornadas con una fiesta muy especial. Cada uno de los seis grupos en los que se han dividido ha elegido una emoción y la ha plasmado en los disfraces que se han puesto para acudir a la fiesta de las emociones. “Acaban el curso viviendo una emoción, disfrazándose de ella y disfrutando de la amistad que han hecho durante estos días”, resume la directora del curso, María del Carmen Pérez-Llantada.

Amor, Verguenza, Miedo y Esperanza cuatro emociones muy bien plasmadas

Andrés Masa

Curso: La risa y el humor: entrenamiento en emociones positivas

Sede: Baza

Atención y memoria, claves del entrenamiento de las emociones positivas

01/06/2011

¿Se pueden entrenar las emociones positivas? es la pregunta que la profesora-tutora del Centro Asociado de Talavera Lourdes López de la Llave ha respondido en Baza a los alumnos del curso 'La risa y las emociones: entrenamiento en emociones positivas'. Obviamente, la respuesta es sí, pero lo que no está tan claro es la manera de llevar a la práctica este entrenamiento. La clave está en orientar bien la antena de la atención y usar la memoria para algo más que para recordar nuestras citas.

“Hay que aprender a prestar atención a las cosas positivas que nos ocurren y saber regularla para buscar su lado positivo”, explica López de la Llave. La memoria, por su parte, puede servir como recurso para acceder a las experiencias pasadas. Con ella, en cierta manera, se reviven esas emociones que resultaron tan positivas en su momento y, gracias a este recuerdo, se obtiene la oportunidad de volver a paladear los beneficios psicológicos de estas vivencias.

Para conseguirlo, hay entrenamientos para todos los gustos, algunos de ellos tan sencillos que cualquiera puede hacerlos en su casa. Por ejemplo, cada noche, antes de acostarse, escribir en un papel tres cosas positivas que le hayan ocurrido durante el día. “Al principio son sólo tres, pero a medida que vas haciéndolo van aumentando”. Esta práctica es sólo una de las técnicas para focalizar la atención en la cara positiva de la vida.

Otras no son tan caseras y pueden venirnos bien en cualquier momento, por lo que debemos estar preparados. Por ejemplo, el ejercicio del control sobre los pensamientos distorsionados o negativos que afloran en nuestra mente y que pugnan con los positivos por protagonizar nuestro diálogo interior. “Para eso hace falta un poco más de ayuda”, advierte la profesora. Lo primero es conocer qué tipo de pensamientos distorsionados se pueden colar en nuestra mente, como por ejemplo el runrún de la preocupación cuando alguien llega tarde a casa. Pensar que ha tenido un accidente es el tipo de pensamiento distorsionado que hay que fulminar y sustituir por los llamados pensamientos “adaptativos”, del tipo de “no voy a preocuparme anticipadamente”.

Son pautas sencillas, pero desconocidas pese a no ser ninguna novedad. De ahí que este curso, aunque no lo parezca, no sea cosa de risa. Los alumnos que han acudido a Baza han aprendido mucho más que lo que ellos mismos se piensan. Puede que cuando pongan toda su atención en recordar todas sus emociones durante estos tres días comprendan que han tenido una oportunidad única de aprender algo que, quizá, acabe por enseñarse en todas las escuelas.

Andrés Masa

Curso: La risa y el humor: entrenamiento en emociones positivas

Sede: Baza

El payaso 'Colorín' enseña a "pasar consulta"

01/06/2011

Cuando entra el hospital José Antonio es 'Colorín'. Con sus ropas circenses y su colorido maquillaje, 'Colorín' es una auténtica máquina de hacer risas con un corazón humano que lleva cinco años tratando, a su manera, a los niños hospitalizados en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Cuando José Antonio sale por la puerta del hospital no es un trabajador social que termina su jornada de trabajo. De hecho, nadie le paga por su reparto semanal de risas. Todo lo contrario. “Es mucho mayor lo que obtenemos de la parte de los niños que lo que nosotros podemos ofrecerles. Imagínate. Ver a un padre llorar de alegría cuando ve que su hijo sonríe tras siete días ingresado es la mejor recompensa”, relata.

Su vocación surgió de su esposa, una educadora infantil que coordina la Asociación 'Más que una ilusión', en la que 'Colorín' contribuye con su reparto de 'risas terapéuticas' a una labor que sólo es posible gracias a un amplio equipo. “Mi esposa y yo nos enganchamos en este mundillo y en la actualidad trabajamos con un equipo técnico multidisciplinar de ocho o nueve personas”, recuerda. En este equipo colaboran psicopedagogos, educadores infantiles, maestros, trabajadores sociales y animadores socioculturales, todos ellos específicamente preparados para un entorno tan sensible como es el área pediátrica de un hospital. La Asociación ha formado a “unos cincuenta o sesenta voluntarios” pero sólo una media de seis acuden al hospital en cada jornada. Esto sucede “como mínimo una vez por semana, aunque en fechas especiales como Navidad podemos ir dos o tres veces”.

'Colorín' estuvo en Baza ayer, pero no se trajo los zapatones ni el maquillaje. Acudió al Centro Asociado de la UNED para compartir su método con los asistentes al curso 'La risa y el humor: entrenamiento en emociones positivas'. Con él ha conseguido que los resortes de la risa salten hasta límites insospechados. 'Colorín' es capaz de que una niña entre en el quirófano sin quitarse la sonrisa de la cara, pero siempre cuenta con la ayuda de sus compañeros. Gracias a ellos, el espectáculo de cuentacuentos, payasos y títeres nunca resulta indiferente.

Las actividades que lleva a cabo este equipo no son meros pasatiempos para los pequeños. “Las emociones positivas, la risa y el humor, inciden en que un niño se restablezca antes de una enfermedad o pase su tiempo, si desgraciadamente es terminal, lo mejor posible”. Nadie mejor que él para contarlo en el curso de hoy, que lleva años pasando su peculiar consulta a los niños hospitalizados. Y esta actividad requiere una preparación importante. Lo primero es la observación, fijarse bien en el entorno del pequeño. Luego hay que hacer un acercamiento cautelosos y conseguir empatizar con el niño y con su familia. A esta fase le sigue una sincronización de los pacientes con quienes tratan de hacerles reír, que es cuando suelen estallar las carcajadas. Por último, hay un tiempo de orientación, en el que el equipo técnico aconseja a los familiares.

Es más fácil decirlo que hacerlo. Al fin y al cabo, si no fuera así, José Antonio no habría viajado hasta Baza para enseñar lo que ha aprendido, y los alumnos no pagarían por compartir su experiencia. Pero esta no es más que otra vertiente más de los beneficios de las emociones positivas que están descubriendo los alumnos del Centro Asociado de Baza, a quienes les espera una jornada repleta de actividades eminentemente lúdicas con las que profundizar, sin ellos saberlo, en el mejor recurso preventivo con el que contamos las personas.

Andrés Masa

Curso: La risa y el humor: entrenamiento en emociones positivas

Sede: Baza

Cuidar el cuerpo está en nuestras manos... y en nuestra risa

30/06/2011

Los consejos de la cultura popular suelen ayudarnos a establecer buenas pautas de vida saludable.

Gracias a ellos sabemos que los malos humos no son muy buenos para la salud, y que las emociones

positivas nos ayudan a sobrellevar mejor las adversidades inherentes a la vida. Pero ahora contamos

con una explicación científica fuera del alcance de nuestros antepasados remotos que nos ayudará a

comprender mejor nuestro cuerpo y, por tanto, a cuidarlo mejor. Resulta que los sistemas nervioso,

inmune y endocrino no están separados, como se creía hasta hace alrededor de una década, sino

que, en realidad, forman un único sistema de defensa del organismo. La buena noticia es que la risa

no sólo nos afecta a nivel psicológico, también tiene una serie de beneficios fisiolégicos que el

catedrático de Psicobiología de la UNED Emilio Ambrosio explicará hoy en Baza en su ponencia

'Psicobiología de la risa y de las emociones positivas'.

Según Ambrosio, “la risa mueve 400 músculos de la cara, fomenta la oxigenación, facilita la

digestión y estimula el bazo”, un órgano muy importante para el sistema inmune. Además, la

relación entre el sistema nervioso y el inmune es un puente por el que podemos transformar

nuestros pensamientos positivos en una defensa o viceversa. La clave está en las citocinas,

unas sustancias que nos defienden de los estímulos psicosociales negativos a los que estamos

expuestos.

Cuando nos embargan los pensamientos positivos, nos reímos y aplicamos el buen humor a las

vicisitudes de la vida, la producción de citocinas aumenta, por lo que el sistema inmune estará

mejor preparado. Si, por el contrario, estamos en una situación estresante durante un periodo de

tiempo prolongado, nuestro cuerpo libera cortisol, una sustancia que inhibe la producción de

citocinas. En conclusión, “hay una estrecha unión fisiológica” con la que se puede explicar los

beneficios de la risa como potenciadora del sistema inmunitario.

El catedrático también describirá las áreas del sistema nervioso central que participan en la expresión y en la percepción del hecho que nos produce la risa. Con sus explicaciones, el curso de verano 'La risa y el humor: entrenamiento en emociones positivas' aporta a los alumnos un elemento importantísimo para el conocimiento de un fenómeno que experimentarán en sus carnes en los diversos talleres que comportan el grueso de un curso que, muy al pesar de los participantes, pondrá el broche final el viernes.

Andrés Masa

Curso: La risa y el humor: entrenamiento en emociones positivas

Sede: Baza

Estudiar sí es cosa de risa

29/06/2011

¿Qué te apetece ponerte? ¿La camisa de la alegría? ¿O prefieres los pantalones del buen humor? A primera vista estas preguntas no tienen ningún sentido, pero en realidad son una metáfora bastante buena de la actitud ante la vida que nos propone la psicología positiva. Este moderno enfoque de la disciplina ha encontrado en la risa un gran aliado para reforzar nuestras defensas frente a los problemas cotidianos, y también ha hecho posible que hoy hablemos de la “gimnasia de la risa”. Afortunados los alumnos del curso de verano que se inaugura hoy en Baza, pues aprenderán esta importante lección a base de sonrisas, risas y carcajadas.


El entrenamiento va ser duro pero gratificante. Los 60 alumnos matriculados en el curso 'La risa y el humor: entrenamiento en emociones positivas' descubrirán los secretos para utilizar las emociones positivas como medio para mejorar su condición física y psicológica. “Lo que intentamos es enseñar a la gente a expresar emociones positivas para lograr mejorar la salud”, resume la directora del curso, María del Carmen Pérez-Llantada. Además, la profesora de Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la UNED se ha propuesto que la lección no se quede en los participantes del curso, sino que llegue al mayor número de personas posible gracias a su intervención sobre 'Cómo organizar talleres de entrenamiento en emociones positivas'.

El objetivo de las técnicas para hacer reí;r es que la risa“se contagie” para que el mayor número de personas alcancen el bienestar que produce una buena risotada. Y es que la risa libera endorfinas, más conocidas como 'hormonas de la felicidad', las cuales van a estar a flor de piel en el Centro de Baza gracias al enfoque eminentemente práctico del curso. Los juegos programados servirán para aprender que “si nos reímos los problemas y los muchos contratiempos que tenemos se llevan mejor y de manera más agradable”.

Pero esto no es nada nuevo. El problema está en que la ciencia conoce los mecanismos por los que obtenemos beneficio fisiológico de cada carcajada, pero, en general, no las personas de a pié no sabemos controlarlos. Por eso el profesor de Psicología de la UNED Andrés López de la Llave abrirá el curso con una ponencia sobre el 'Aprendizaje de las emociones'. “Podemos tener control de nuestro bienestar y de nuestra felicidad”, asegura. “La risa es la expresión de una emoción positiva, pero también puede crear una emoción positiva”, explica. El mismo gesto protege del mal humor, lo que indica que la relación entre el acto y la felicidad es un canal de dos direcciones: si estamos felices nos reímos, y si nos reímos estaremos más felices.

Pero “la risa no es la solución ni la panacea para arreglar los problemas del mundo -advierte-. Por eso huimos del concepto de risoterapia. La risa no es una cura, pero sí ayuda a prevenir y a afrontar mejor las dificultades que nos encontramos”. Es una conclusión que se ha obtenido en base a experimentos científicos. Por ejemplo, López de la Llave recuerda un experimento que suele hacer el profesor Enrique García Fernández. Consiste en comparar cómo reaccionan ante una discusión un grupo de personas a los que se les ha forzado la sonrisa con una goma y unos clips con la reacción de otro grupo en el que la sonrisa ha estado ausente de la discusión. “Es un ejercicio muy gracioso”, reconoce López de la Llave, pero lo realmente sorprendente es que quienes han forzado la sonrisa no se sienten mal tras la discusión, sino que experimentan un estado de ánimo positivo que no comparten quienes no habían sonreído. La ciencia ha hablado. Ríanse, por favor.

Andrés Masa

Curso: La risa y el humor: entrenamiento en emociones positivas

Sede: Baza

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