EL 2003 no comenzó con buen pie. Al
ministro de educación británico se le ocurrió decir en un foro
académico que había que terminar con la enseñanza de lo
medieval. Ante la oleada de protestas se limitó a decir que
lo habían malinterpretado, que lo que quería expresar era
que había que terminar con los métodos de enseñanza
medievales ¿? ¿A qué se refería con eso? Poco después un
insigne historiador español del mundo contemporáneo, con
conocidas influencias en el ámbito político y editorial tuvo
la brillante idea de comentar en otro acto público que no
tenía ningún sentido estudiar (y hacer que los jóvenes
aprendieran) "cualquier cosa acaecida antes de la Revolución
francesa"... por lo visto podemos nacer por
generación espontánea.
Por contra otros parecen apropiarse
de la historia medieval para justificar posiciones actuales o
una nueva historia acorde con ciertos designios políticos...
¿es la historia patrimonio de alguien?
A todo ello se suma que, a veces,
tanto el profesional de la enseñanza de la historia (en este
caso de la medieval) como el investigador se preguntan si su
trabajo, si su vocación, tiene algún sentido, cumple alguna
función social.
Pero vayamos por partes.
Esta claro que nuestra carrera es
vocacional. Nos encanta investigar qué fue lo que ocurrió en
el pasado. Nadie puede esperar volverse rico con esta
profesión, en nuestra sociedad, ni aspirar a la fama
universal más allá del reducido mundo
científico-académico. En otros países, como Francia, los
historiadores pueden llegar a convertirse en personajes
seguidos por un importante número de lectores, pero no en
España.
Si hay algo que se inculca en el
estudio de la historia (especialmente la no contemporánea) es
que hay que ser crítico con las fuentes y hay que pensar por
uno mismo, lo cual no siempre conviene a muchos... y hará que
seamos incómodos (tanto a cierta gente de la derecha como del
centro como de la izquierda)
¿Tiene la historia algún valor?
Unas de las cosas que nos distingue
del resto del reino animal es que podemos razonar de forma
elevada, podemos comunicar esos pensamientos y podemos
recordar... podemos investigar (fruto de la curiosidad),
podemos hacer historia. Y digo "hacer" porque muchas
veces tenemos que elaborar teorías que no siempre se pueden
apoyar en hechos incuestionables, porque nosotros No estuvimos
allí...,y porque, a veces, no somos imparciales. Por lo tanto
desde un mero punto de vista "biológico" el hacer,
el escribir y el difundir la historia -y recalco esto
último- es un acto netamente humano.
La historia es como la tierra,
son las raíces de personas, pueblos, naciones y culturas. Es
necesario conocer nuestra historia para saber qué es lo que
fuimos, quiénes somos y aprender de nuestro pasado para
mejorar nuestro futuro. Conocer nuestra historia. y la de los
vecinos, nos ayudará a comprender la situación actual.
¿Sirve para algo la labor de los
medievalistas?
El medievalista estudia aquella
época histórica comprendida entre la caída del imperio
romano y el descubrimiento de América. No fue ni mucho menos
una época "oscura" (eso es algo que se inventaron
los del "renacimiento" italiano). Obviamente estos
son límites temporales artificiales que no están sujetos al
devenir histórico de un pueblo concreto y una serie de
elementos comunes... además las diferentes áreas
geográficas se salen de cualquier posible categorización
cronológica (es difícil comparar el s. X en la península
ibérica con la misma época en Australia o América del
Norte). En definitiva, somos historiadores que hemos decidido limitarnos científico-profesionalmente a un espacio
cronológico para mejorar y profundizar nuestro
conocimiento... nos especializamos. Como historiadores
respondemos a los dos apartados anteriores.
La historia del hombre se ha definido
como un castillo de naipes o como un movimiento péndulo. Es
cualquier caso es algo orgánico, vivo. Los medievalista
estudiamos un nivel de ese castillo o unos movimientos de
péndulo sin los cuales no entenderíamos el momento actual.
El medievalista no es un bicho raro,
no es una rata de biblioteca. Investigamos y difundimos
nuestros conocimientos para que, una vez satisfechos nosotros
mismos con nuestra labor, el resto de la gente pueda conocer a
otras personas, acontecimientos, períodos históricos de los
que somos fruto.
El medievalista es un profesional
altamente cualificado que debe aunar rigurosidad científica
y método investigador con una serie de herramientas
necesarias como el conocimiento de lenguas (muertas y vivas),
la arqueología, la paleografía, la numismática, etc.
El poco dinero que se invierte en
nosotros (en otras sociedades el historiador está mucho mejor
financiado -por ejemplo en los USA todo el material que
empleamos (hojas, informática, libros) es deducible en
impuestos)- tiene que ser devuelto a la sociedad en dos
formas. Educación, a través de la universidad, colegios,
congresos, y difusión de los conocimientos alcanzados. Por
lo tanto el dinero no se pierde. Se reinvierte en la sociedad,
en su enriquecimiento cultural. Si alguien considera que la
"cultura" no tiene sentido entonces... no sabe lo
que dice. La cultura es todo, nuestra manera de pensar,
escribir, vestir, ... nuestra historia medieval, etc..