MARTIN ALVIRA CABRER: 12 de Septiembre de 1213. El Jueves de Muret (Barcelona, Universitat de Barcelona, 2002, 716 pp)

La presente publicación constituye la segunda parte (1) de su tesis doctoral (defendida en el año 2000), dirigida por el profesor D. Emilio Mitre Fernández, y que llevaba por título: "Guerra e ideología en la España Medieval: cultura y actitudes históricas ante el giro de principios del s. XIII. Batallas de las Navas de Tolosa (1212) y Muret (1213)".

En palabras del propio autor, su intención a la hora de iniciar el presente trabajo era seguir el estilo y la metodología usada por Georges Duby en su "Domingo de Bouvines"; esa pequeña joya de estudio de la famosa batalla de Bouvines, dentro de lo que él llamó el estudio de "las batallas decisivas". Es decir, su trabajo iba más allá de la clásica historia militar, y abarcaba otros campos como el de sociología, ideología y, especialmente, el de las mentalidades (2). El estudio de Duby tuvo un gran éxito entre el público; copiándose su método (algo no fácil de lograr) e imitándose su título en otros trabajos posteriores (3).

Una de las virtudes de la obra de Duby era que había sabido conjugar en un pequeño libro de alta divulgación todo lo que rodeó a dicha batalla y lo que significó, recreando todo un mundo medieval donde se primaban los aspectos ideológicos-sociales. Sin embargo, y evidentemente, las 700 páginas de la magna obra de Alvira Cabrer no es un ejercicio de síntesis o evocación al estilo de Duby, por el simple hecho del grosor del libro aquí analizado. Hay que decir que el autor no ha hecho ninguna concesión a su publicación en formato libro, que en principio lo debería hacer más legible. Ha preferido mantener la estructura íntegra de esta segunda parte de su tesis lo que hace imposible que sea una lectura "ligera" en el mejor sentido del término. En realidad la parte más importante y original de este libro del Dr. Alvira es la última (pp. 220-525), que ocupa poco más de 300 páginas.

Para el autor los años 1212-1214 representados en las tres batallas anteriormente mencionadas (Las Navas, Muret, Bouvines), y de muy diferente signo, constituyen un punto de inflexión en la historia del medievo en general y de la concepción del rey guerrero en particular. De ahí lo de cambio de una época; aunque precisamente su idéa de que la batalla de Muret supuso el fin de un tipo de realeza no queda nada claro. Reyes guerreros, con confianza en batallas decisivas, seguirán existiendo durante toda la Edad Media. El término de decisivas se aplica por la influencia que tuvieron, no sólo desde un punto de vista material o político; sino, sobre todo, por el impacto en la memoria colectiva de las gentes y que marcó cómo las generaciones presentes y futuras verían las campañas y sus protagonistas

Pero vayamos paso a paso. Lo primero que hay que decir es que aunque lo que se analiza es una batalla punto cúlmen de la primera fase de la cruzada albigense, el trabajo no es un estudio sobre la cruzada en sí. Teniendo esto en mente es disculpable que falten elementos a tener en cuenta si el objetivo del autor hubiera sido otro (por ejemplo, como detalle menor, no hay ninguna referencia a la significativa bulla Quia major, 1214)

Lo segundo es que hay dos protagonistas. Por un lado la batalla en sí. Por otro lado los comandantes de ambas fuerzas combatientes: Pedro de Aragón y Simón de Montfort.

Desde un punto de vista estructural la obra está dividida en tres grande partes.

La primera, "Prolegómenos" (pp. 49-142), dividida en tres capítulos, es una introducción al contexto geográfico y político de la zona occitana y el papel de la corona de Aragón allí desde mediados del s.XII hasta las vísperas de la proclamación de la cruzada albigense (1208) y la primera fase de la misma (1208-1212). Aquí se explica la existencia de un auténtico mundo "hispano-occitano" (léase a la Corona de Aragón como uno de los principales poderes de la zona, con comunidad cultural y de intereses con la sociedad occitana), opuesto a lo que sería el frente franco-papal. Ello incluye un repaso a las fuentes empleadas y a la historiográfico sobre el tema.

La segunda, "El camino de la Batalla" (pp.143-225), otra vez dividida en tres partes, nos sitúa en el contexto inmediato de la campaña (1212-1213), con las principales figuras que intervendrán. Además, se analiza el por qué de la necesidad de la batalla que parecieron ver todas las partes. Por un lado, la confianza en la batalla campal como "juicio divino" que parecía tener especialmente Pedro de Aragón. Por otro, la necesidad de una "solución radical" por parte de unos cruzados que se veían en una situación insostenible, o del "camino más corto para la paz", como también lo vería Pedro de Aragón, en un contexto de violencia permanente. En último término, la resolución de la batalla se vería por todos como la "manifestación del designio divino".

La tercera parte (pp. 227-592), se divide en tres grandes capítulos. El primero, "batalla y liturgia", donde se analiza la batalla en sí, tanto desde el punto de vista militar, como sociológico e ideológico se subdivide en: "escenario"; "rituales propiciatorios"; "arengas"; "ejércitos y órdenes de combate"; "batalla y muerte"; "victoria y derrota en la batalla". En el segundo capítulo, "batalla y memoria histórica" se estudia el impacto que tuvo la batalla y su resultado en la imagen de las gentes del sur de Europa (presentes y futuras, lo que llama "concepción histórica"), sobre todo ligada a la figura de sus dos principales protagonistas: Simón de Montfort a la cabeza del victorioso ejército cruzado, y Pedro de Aragón como comandante de la arrasada coalición occitano-aragonésa (en ese momento bajo "La gran corona de Aragón" ya que los occitanos marchaban como vasallos del aragonés). Se demuestra cómo la visión que se tuvo de estos dos personajes estuvo estrechamente ligada al resultado de la batalla (4). Por último, el tercer capítulo describe las conocidas consecuencias políticas, e ideológicas, que tuvo la batalla en los campos francés, occitano y de la corona de Aragón. Según el autor, para Aragón supuso que el joven heredero, el futuro Jaime I, no se volviera a plantear la expansión o el papel protector de la Corona de Aragón más allá de los Pirineos.

Como ya hemos mencionado, la parte más jugosa, la constituyen los capítulos I y II de la tercera parte (pp. 227-525). Para el lector hispano, poco familiarizado con el contexto occitano-albigense, el presente trabajo constituye, sin duda, la mejor obra tanto sobre la batalla en sí y sus consecuencias ideológicas, como sobre la actuación de la corona de Aragón en Occitania. Probablemente el autor haya leído todas las obras publicadas en lenguas romance al respecto, incluyendo un importante número de obras inglesas (véase la impresionante bibliografía, dividida por temas, que acompaña el libro). La bibliografía es abundantísima, pero tan prolija que algunas de las obras no parece que tengan nada que ver con el tema del libro (probablemente sea porque la ha dejado igual que en la tesis).

La obra viene acompañada, además, por una útil cronología (detallada pero no completa) y por un importante aparato gráfico. Aquí hay que lamentar que el esfuerzo que ha hecho el autor en este sentido ha sido invalidado por la edición. En el presente libro los mapas aparecen en escasos tonos grises - mienras que los originales del autor debieron estar en color-, lo que hace imposible su correcta interpretación.

José Manuel Rodríguez García

Para Studia Histórica, Medieval (2002)


(1) La primera parte, que verá la luz dentro de poco, lo constituye un estudio del mismo estilo de la batalla de Las Navas de Tolosa, en 1212. La tesis entera ha sido recientemente editada en CDROM por la universidad complutense..

(2) Para un rápido repaso a la evolución historiográfica sobre la "Historia de las batallas", además de la introducción de la presente obra, se puede ver: C. Navajas Zubaldía, "Consideraciones sobre la historia militar", Hispania, 193 (1996): 739-753; F. Andújar, "De la 'nueva historia militar' a la historia", en Actas II Congreso Internacional: Historia a debate, pp. 9-15. Coruña, 2000; A. Espinosa López, "La renovación de la Historia de las Batallas", Revista de Historia Militar, 91 (2002). También las introducciones de las obras reseñadas de Francisco García Fitz (1998-2002).

(3) G. Duby, 27 Julliet 1214. Le dimanche de Bouvines (Paris, Gallimard, 1973; 220 pp). [Trad. Española, El domingo de Bouvines (Madrid, Alianza 1988, 186pp)]. Título y método copiado en Lagadere, V. Le vendredi de Zallaqa (París, 1989), 239 pp. Título imitado (pero no método) en VVAA,, Il sabato de S. Barnaba. La batagglia de Campoldino -1298- (Milán, 1989); C. Vara Thorbeck. El Lunes de las Navas (Jaén, 1999).

(4) Un resumen para el caso hispano en M. Alvira Cabrer, "La cruzada albigense y la intervención de la Corona de Aragón en Occitania. El recuerdo de las crónicas hispánicas del s. XIII", Hispania, LX (2000): 947-976


Otros artículos del mismo autor:

"Guerra e ideología en la España del siglo XIII: la conquista de Mallorca según la crónica de Bernat Desclot", En la España Medieval, 19 (1996): 

 "La muerte del enemigo en el pleno medievo: cifras e ideología (el modelo de Las Navas de Tolosa)", Hispania, 190, 55 (1995): 403-424

"La concepción de la batalla como duelo y la propaganda de cruzada en occidente a principio del siglo XIII. El desafio del Miramamolìn a la Cristainidad antes de la batalla de Las Navas de Tolosa (16 de julio de 1212)" Heresis, 26/27, (1996): 57-77


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