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ASPECTOS MÁGICOS DE LA ANTIGÜEDAD III. LA MAGIA EN LAS TABELLAE DEFIXIONUM HISPANAS Dra. Ana Mª Vázquez Hoys "Aspectos mágicos de la Antigüedad III: La magia en las tabellae defixionum hispanas", Boletín de la Asociación de Amigos de la Arqueología 21, Junio 1985, pp. 35-45
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Ya vimos (1) que la fuerza mágica del sonido se acrecentó, desde la antigüedad, fijando las palabras mágicas por medio de la escritura. Se llegaba así a la redacción de las tabellae, siendo esta operación la más importante y de mayor efecto de las operaciones mágicas. Sobre estas pequeñas tablillas, llenas de conjuros, escritas de forma incorrecta, a veces con la repetición incomprensible de las palabras, que impide su correcta interpretación y que a menudo las hace incomprensibles, vamos a insistir aquí¡, analizando los diferentes elementos de las que conocemos en la Hispania romana. Según nuestra opinión, estos aparentes errores de redacción o incorrecciones con respecto al lenguaje culto, no son m s que una serie de elementos mágicos, que obscurecen el texto a propósito (2). Las tabellae defixionum son pequeñas tablillas, a menudo de plomo, aunque a veces se encuentran de otros materiales (3), en las que fueron trazándose fórmulas mágicas, signos mágicos, figuras de los invocados y de los invocantes , y aun las de las mismas victimas contra las que se dirigía el conjuro. Una vez escritas, las brujas o brujos las colocaban en las tumbas, para que los difuntos resentidos (aori) se encargasen de hacer daño a las personas a las que ellos les señalaban con sus imprecaciones.
En ambos casos, parece que el uso de misivas en este metal se debe a lo excepcional de las circunstancias, ya que en ambas ocasiones la carta debe ocultarse, y en el caso de la ciudad de Mutina, el mensaje debe llevarlo un buceador que pasa bajo el agua durante la noche.
Además de estas ocasiones excepcionales narradas por las fuentes, se han encontrado auténticas epístolas privadas en diferentes zonas del mundo clásico, como las dos cartas griegas halladas en Atenas: la de Mnesiergo, de fines del siglo V-principios del IV y la fragmentaria de Pnyx, del siglo V-IV, por el contexto que la acompaña. Dos cartas se han encontrado también en el sur de Rusia: la de Articonte, procedente de Olbia Berezan, fechada en el siglo IV y la de Aquilodoro, de comienzos del siglo V. De las colonias occidentales se conocen la de Agde, muy fragmentaria, del siglo IV; la de Ampurias, conservada muy parcialmente, fechada en el período romano republicano, aunque la lengua conserva arcaísmos jónicos, y la de Rosas, que aunque no puede identificarse con seguridad como una carta, es probable que lo sea, y se encontró en un contexto arqueológico de los siglos V-IV (10).
También se utilizó el plomo para la confección de recibos de deudas, como los encontrados entre los restos de lo que parece ser un santuario en Corcira, fechado en el siglo V a.C. (11); objetos de culto, sellos, etc. (12). El plomo es frio y blando, y propio de los hombres débiles o muertos (13). Con él, el embrujado se vuelve frío y débil como el frío de la tablilla. Cómo el plomo, la tablilla aporta mal y muerte. Pero en la confección de las tabellae, as¡ como en su posterior utilización, intervienen variados ritos de magia, que encontramos unas veces juntos, otras por separado. Estos diferentes ritos o prácticas mágicas son los que vamos a tratar de analizar a través de las tabellae defixionvm que conocemos en Hispania romana, que son las siguientes: I.AMPURIAS Plomo núm. 1:
Plomo núm. 2: Laminita de plomo escrita al revés, pero no todas las letras. Plomo núm. 3: Laminita de plomo semejante a las anteriores, escrita también al revés como el plomo núm. 2. Los personajes son los mismos. Plomo núm. 4: Como los anteriores. Escrito al revés, también tiene letras escritas al derecho. Todas estas defixiones las fecha Almagro en el siglo 1 a.C. Pasa Gómez Moreno son del siglo II d.C. Según Pflaum, cit. por Ripoll, op. cit. son del siglo 1 d.C. Plomo núm. 5: También de Ampurias. Su grafía es curiosa, con algunas letras como la D en forma griega , o la 5 de paupertatis, que está al revés. Plomo núm. 6: Lo mismo que las anteriores, de plomo. Está recortada con seguridad después de haberla escrito. Algunas de sus letras están escritas hacia arriba (V por A, W por M). Plomo núm. 7: Pequeña plaquita de plomo, con un agujero en su ángulo superior izquierdo, para clavarla en el sepulcro. Los números 2, 3 y 4 se encontraron en una tumba. Los demás, no. II. Plomos de Córdoba. Encontrados en una necrópolis. Plomo núm. 8: Es una torta de plomo. La inscripción está muy bien conservada , Plomo núm. 9: Cuadrilátero irregular. Apareció doblado. Este rito de magia a veces se completaba atravesando el plomo con un clavo, como en el siguiente plomo de Córdoba. Plomo núm. 10: Lámina circular que, después de haber sido escrita, se atravesó con un clavo de hierro. III. Plomos de Itálica. Plomo núm. 11: Encontrado en una casa, pero puede provenir, por arrastre, de otro sitio. IV. Tabla de mármol de Mérida. Se trata en realidad de una tabula execrationis, ya que no es de plomo sino de mármol. LOS ELEMENTOS MÁGICOS DE LAS TABELLAE DEFIXIONVM HISPANAS (14)
Los diferentes autores que han estudiado estas tablillas han señalado repetidamente sus elementos mágicos, pero sin explicar que‚ significan ni porqué‚ se trata de ritos de magia. Ya nos hemos referido más arriba al plomo como elemento casi constante utilizado para la confección de estas tablillas mágicas, aunque no único, y las diferentes y especificas cualidades que hacen de ‚l un metal especialmente indicado para las prácticas mágicas.
Era el metal de Saturno, conocido como uno de los dioses intérpretes o reveladores. Con este metal se hacían los pantáculos metálicos, al principio solamente medallas grabadas en metal en correspondencia con el influjo planetario deseado, usadas por los israelitas. Una tablilla del British Museum (15), da una lista bastante tardía de los meses babilónicos asociados a una estrella, en la que aparecen la Luna y el Sol, as¡ como Saturno. La tablilla es de plomo y en ella aparecen también los signos del Zodiaco. Algunos de estos dioses, sobre todo los relacionados con la magia, tenían además un número sagrado, que volvemos a encontrar en otras tradiciones.
Estas cifras son astronómicas (número de días de un mes con múltiplo, etc.). No todos los astros se consideraban dioses, sino que a veces se les consideraba simplemente habitados por seres sobrenaturales (16).
En el mundo cristiano, aunque la Iglesia luchó violentamente contra la multiplicación de los amuletos y talismanes, que amenazaban con debilitar la fe de los fieles, aún se encuentra en textos religiosos medievales la utilización de este metal en las prácticas de magia (19). Pero en las tabellae hispanas existen, además, una serie de características mágicas o ritos de magia usados en la Antigüedad y que han llegado hasta nuestros días.
Es frecuente encontrar estos plomos mágicos en tumbas, pero no, como dice Almagro (20), puestos para los difuntos o al mismo tiempo que se hace el enterramiento, sino por un rito de necromancia. Los necrománticos explotaban (y explotan, puesto que estos encantamientos se practican aún en Africa y Asia Menor) en su favor, la vieja creencia en los aparecidos, poniendo en funcionamiento la fuerza que se atribuye a los fantasmas y la creencia de que, en cierto modo, los difuntos continuaban viviendo en la tumba. La idea más antigua acerca de la existencia de una vida después de la muerte es la de que, en cierto modo, el mismo cadáver no estaba desprovisto de una oscura sensibilidad, que no podía manifestarse. Estaba sumido en una especie de sueño, en el que continuaba manteniendo la energía que había tenido vivo( pasa a p. 2) |
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NOTAS (1) Vázquez Hoys, A.Mª: '.Aspectos mágicos de la antigüedad' II. "Los espejos mágicos",en B.A. E. A. A. 19, junio 1984, páginas 50-54. (2) Vázquez Hoys, A. M.': 'Aspectos mágicos de la antigüedad II. Los espejos mágicos'. En B A. E. A. A. 20, diciembre 1984, págs. 50-54 ; en general: Riviere, J.: Amuletos, talismanes y pantáculos. Barcelona, 1974 (Payot, Paris, 1924). (3) Audollent, A.: Deflxionvm tabellae. Paris, 1904. Las tabellae defixionvm contenían al principio solamente los nombres de las personas que se entregaban a los dioses (s. V a.C.) y luego fueron complicándose para llegar a contener al fin gran cúmulo de palabras y frases, símbolos e imágenes de valor puramente mágicos (s. III-IV d. C.). (4) Gaffiot, F.: Dictionnaire illustré LatinFrancais. Paris, 1934, s.v. defixio. Cf. También De Ruggiero y Pauly-Wissowa cits. en nota 13. infra. (5) IX, 31, 4. (6) NH XIII, 69. (7) IX, 5. (8) Mulierum virtutes, 254 D. (9) Estratagemas, III, 13, 7. (10) De Hoz, J.: "Escritura e influencia clásica en los pueblos prerromanos.. en AEA, 1979, págs. 233-235. Las notas anteriores sobre las fuentes clásicas las hemos tomado de este artículo. (11) De Hoz, J.: op. cit., pág. 235. (12) Almagro Bachs, M.: Monograflas ampuritanas II. Las inscripciones ampuritanas griegas, ibéricas y romanas. Barcelona, 1952, página 169, núm. 120: Cuchara de plomo con inscripción; núm. 121: Cuchara de plomo idéntica a la anterior; núm. 122: Estampilla de plomo fundido. Cf. Botet y Sisó, J.: Not. His. y Arq. de la antigua ciudad de Emporion. Madrid, 1879, pág. 117 y CIL II, suppl. 6250, 2. (13) De Ruggiero, E. Cardinali, O.: Dizionario epigrafico di Antichitá romane. 1(1886), 11(1818), 111(1922), IV (1924), y a partir de 1946, vol. II, 2-3, 1561; Pauly, A.-Wissowa,G.- Kroll, W.: Real Encyclope'aie der Klass.Altertumwissenschaff Stuttgart, 1894, col.2373-77. (14)1. Tabellae defixionum de Ampurias. Almagro, M. en MMAP, VIII, 1947, 124, figura 20; íd. Monograflas ampuritanas IL Las inscripciones ampuritanas griegas, ibéricas y romanas. Barcelona, 1952, págs. 161-172; Gómez Moreno, M.: Misceláneas. Historia. Arte, Arqueología. Madrid, 1949, págs. 331-335.; id, Misceláneas, Madrid, 1949, páginas 331 y 55. Mallon, J.: Paléographie romaine. Madrid, 1952, pág. 62; Vives, J.: Inscripciones latinas de la España romana. Barcelona, 1971. Núm.5916.Plomo núm. 1: Laminita de forma paralelográmica, sin decoración. Grueso apenas apreciable. Escrito por una sola cara. Las letras 5 se doblan acusadamente por la parte superior. Encontrada en una calle de Ampurias, por casualidad. Plomo núm. 2: Laminita de plomo escrita al revés, pero no todas las letras.44.Plomo núm. 3: Laminita de plomo semejante a las anteriores, escrita también al revés como el plomo núm. 2. Los personajes son los mismos. Cf. Rípollí Perelló, E. en Perennitas, 1983; Plomo núm. 4: Como los anteriores. Escrito al revés, también tiene letras escritas al derecho. Todas estas defixiones las fecha Almagzo en el siglo 1 a.C. Pasa Gómez Moreno son del siglo II d.C. Según Pflaum, cit. por Ripoll, op. cit. son del siglo 1 d.C. Plomo núm. 5: También de Ampurias. Su grafía es curiosa, con algunas letras como la D en forma griega , o la 5 de paupertatis, que está al revés. Plomo núm. 6: Lo mismo que las anteriores, de plomo. Está recortada con seguridad después de haberla escrito. Algunas de sus letras están escritas hacia arriba (V por A, W por M). Plomo núm. 7: Pequeña plaquita de plomo, con un agujero en su ángulo superior izquierdo, para clavarla en el sepulcro. Los números 2, 3 y 4 se encontraron en una tumba. Los demás, no. IL Plomos de Córdoba. Encontrados en una necrópolis. Navascues J. M.' en AEArq. 10, 1943, páginas 59 y ss.; Vázquez Hoys, A. M.': en Cuadernos de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma núms. 9-10 (aunque por desgracia,, con numerosas erratas de imprenta en la reproducción de las inscripciones latinas); Vives 5913 (el de Dionisia, sierva de Denatia). Plomo núm. 8: Es una torta de plomo. La ínscripción está muy bien conservada ; Plomo núm. 9: Cuadrilátero irregular. Apareció doblado. Este rito de magia a veces se completaba atravesando el plomo con un clavo, como en el siguiente plomo de Córdoba; Plomo núm. 10: Lámina circular que, después de haber sido escrita, se atravesó con un clavo de hierro. III. Plomos de Itálica. Plomo núm. 11: Encontrado en una casa, pero puede provenir, por arrastre, de otro si-tío. Gil, J-Luzón, J. María, en Habis 6, 1975, págs. 117-133. IV. Tabla de mármol de Mérida. Audollent, A.: Defixiones tabellae, 1904, núm. 122; CIL 11,462; Vázquez Hoys, A.: La Religión romana en Hispania, 1982, cap. 1 (Proserpina); íd. Hispania Antiqua, VII, 1977, cap. 1. La noticia de su hallazgo moderno ya que se había perdido, la da Alvarez Sáenz de Buruaga, en AEArq. XXX, 1957.
(15) Bugde, W. Amulets and Supersitions. London, 1930, passim. cit. por Riviére, op. cit.. página 99, que reproduce el dibujo de la tablilla, con la traducción del nombre de la estrella a la que se asocian los meses babilónicos y su equivalencia académica moderna.
(16) Smith, G. en North British Rewiew, enero, 1970. Según la tablilla de la Biblioteca de Nínive que traduce, había siete grandes dioses que tenían sus correspondencias numéricas.
(17) Doute, E.: Magie et Religion dans l´Afrique du Nord. Argel, 1908, passim. El núm. 9 aparece también como número mágico en Roma, cf. Ovidio, Fast. V, págs. 224 y 55. (18) Riviére op. cit., págs. 136 y 55. (19) Riviére op. cit., págs. 152 y 55. (20) Almagro Bachs, M.: Monografias ampuritanas, cit. pág. 167.
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