|
EL REINO DE LOS CIELOSO cómo hacer una entretenida película A-histórica sobre las cruzadas
Datos Técnicos Guión: William Monahan . USA, 145 min (versión cine). (Alt. The Crusades) Aportaciones de España y UK en la producción. Rodada en España (Castillo de Loarre, Montes de Valsain, Alcázar de Sevilla) y Marruecos (desierto, recreada fortaleza de Jerusalén). El cabildo de Córdoba les denegó el permiso para filmar en la mezquita/catedral de dicha ciudad por temas de conservación. Presupuesto de 150 millones de $ USA
Es mejor que los que no hayan visto la película y pretendan ir al cine no lean esta crítica antes.
Hace ya muchos años que el director británico Ridley Scott quería hacer una de caballeros, según sus propias palabras,... pero quizás haya que empezar por decir que soy un admirador de Ridley Scott desde su primera película, la inolvidable "Los duelistas", a lo que siguió su obra maestra "Blade Runner", y otra no menor "Alien", tras el varapalo de "Legend". Luego le siguieron una serie de películas irregulares: la "Sombra del testigo" (a mi no me gustó pero a otros le encanta), "Black rain" (donde empieza a recuperar su pulso), la infumable "Teniente O´Neil", la insulsa "Tormenta Blanca", la irregular "1492"... hasta llegar a sus dos últimos éxitos, "Gladiator" y "Black Hawk down" (dejando a un lado alguna otra producción menor, como "los impostores"). Bueno, pues "El reino de los cielos" es una mezcla de esos dos últimos éxitos donde recupera otro género el histórico aventurero medieval y vuelve a lanzar sus opiniones personales (como en Black hawk). No es su mejor película, pero tampoco es la peor, digamos que está en el grupo medio alto. A decir verdad en KOH (kingdom of heaven), encontramos una mezcla de estilos y géneros. Desde el épico (gladiator), al histórico, al fantástico (el asedio a Jerusalén debe mucho al asedio del Abismo de Helm y la batalla de los campos de Pelennor del Señor de los anillos), pasando por el western (los primeros minutos y la escena del intento de asesinato de Balian son dos ejemplos claros de Western). De hecho, la escena del intento de asesinato por una "caballeros templarios", me pareció una copia plano a plano de una de las de Sergio Leone -creo que "Por un puñado de dólares"- con Cleant Eastwood como protagonista... lo cual me recuerda que el inicio de Gladiator es una copia descarada de la primera media hora de la película "La caída del imperio Romano". No voy a entrar mucho en el aspecto puramente fílmico. Aquí Ridley vuelve a mostrar su maestría para contar historias visualmente bellas e impactantes. Sin embargo el ritmo se resiente un poco de cortes a veces totalmente inexplicables. Según el director la obra que tenía pensada, y la que va a editar para el DVD, dura cuatro horas... probablemente sea esa la razón del a veces montaje entrecortado. Por otro lado, los diferentes planos de las escenas de lucha son de por sí demasiado cortos para apreciar gran cosa; mientras que, por contra, los planes generales, por lo general justamente previos a las batallas, son impresionantes.
Como el espectador mínimamente interesado se habrá dado cuenta no hay asesor histórico en el film. Scott ya tuvo problemas con el asesor que contrató para Gladiator y al que hizo tan poco caso que éste decidió retirarse de la película y solicitar que su nombre no apareciese en los títulos de crédito. Historia y personajes La película pretende narrar los sucesos acaecidos entre 1184 a 1187 en Tierra Santa, con la batalla de Hattin y la pérdida de Jerusalén (o su recuperación por los musulmanes). Es decir los últimos momentos del reino franco cristiano de Jerusalén como entidad territorial real (aunque recordemos que Jerusalén sería recobrada más tarde, para volverse a perder definitivamente en 1244, siendo expulsado todos los francos de Tierra Santa en 1291 -aunque con guarniciones supervivientes hasta 1295/1301-). Sucesos que propiciarían la llamada tercera cruzada, encabezada por los reyes de Inglaterra y Francia y el emperador alemán. Después de fuertes críticas al guión previo que algunos historiadores pudieron ojear parece que Ridley hizo unas modificaciones. Lo aquí comentado corresponde a la versión para la pantalla grande, pudiendo ser que la crítica sea diferente una vez se presente la extralarga versión del director en DVD (240') prevista para el 2006. El período y los sucesos escogidos daban de sobra para una película. También lo fueron sus protagonistas reales, por lo que no veo la más mínima explicación para inventárselos. A veces se cambian por completo vidas de personajes que existieron (como el central Balian), y otros se crean (el hospitalario, el padre de Balian, Godfrey...). Balian es un caso modelo. En realidad Balian era el hermano o miembro menor de la famosa familia Ibelin, de las antiguas familias asentadas tras la primera cruzada. Poderosa por tradición y tierras. Nació, por la tanto en Tierra Santa. Era esposo de María Commeno, ex-esposa del rey Amalrico y por lo tanto madrastra de Sibilla (con la que Balian nunca se "enrolló"). Ciertamente encabezó la defensa de Jerusalén, junto con el señor de Tiberiades (y Sibila), y fue un personaje principal de los estados francos (abuelo del siguiente rey de Jerusalén) hasta fines de siglo. Por cierto tanto el señor de Tiberiades (Jeremy Irons) como Balian participaron en la batalla de Hattin (al contrario de lo que se afirma en la película, donde, por otra parte, se habla de la batalla pero no se muestra, salvo los resultados de la derrota cristiana), de la que pudieron escapar encabezando cado uno un pequeño grupo de caballeros tras romper las líneas musulmanas (algunos autores opinan que se les dejó escapar para debilitar aún más a los que se quedaron y perecieron). Balian viviría muchos años más y se convertiría en el personaje de referencia del nuevo reino de Jerusalén (nunca volvió a Europa), o de lo que quedaba de él, tanto por su experiencia y prestigio personal, como por sus relaciones familiares. El rey leproso, Balduino IV, hijo del rey Amaulry (Amalrico), murió con 24 años en 1185, por lo que apenas debería haber aparecido en la película. Además, por esa época ya era prácticamente ciego y llevaba un par de años sin hablar con propiedad debido a las deformaciones producidas por la lepra. A él le siguió el pequeño Balduino V, que no sobreviviría ni una año, lo que, efectivamente, dio paso libre a que Sibila, la hermana de Balduino, fuera nombrada reina y coronase, a su vez, a su esposo Guy de Luisignan. Todo lo cual acentuaría las divisiones dentro del bando cristiano. Es cierto que en sus últimos años, y siguiendo los consejos del señor de Tiberiades, intentó firmar varias treguas (en 1180 por 2 años, en 1185 por cinco, ya por el regente Raimundo, señor de Tiberiades), ante la siempre dramática situación del reino, siempre corto de hombres y siempre dependientes de los cruzados de Ultramar. Treguas que fueron aprovechadas por Saladino para eliminar a los últimos elementos de oposición interna, los señores musulmanes de Aleppo y Mosul, postreer oposición al establecimiento de su propia dinastía (la ayubí). El incidente que rompió la tregua, el ataque por Rainaldo de Chatillón de la caravana donde iba la hermana de Saladino, fue la excusa perfecta para retomar su yihad contra los francos de Tierra Santa, una vez que ya era señor de todas las tierras desde Egipto hasta Anatolia. El personaje de Saladino ya era muy atrayente en la Edad Media, tanto para los cristianos como para los musulmanes. Los segundos no tenían más que alabanzas para él, y los primeros comenzaron a a alabar sus cualidad caballerescas (generosidad, valentía) desde el s. XIII. El actor elegido es uno de los más prestigiosos de Oriente medio, y hace un buen papel. Sin embargo, en su afán por moderar las cosas el director nos presenta a un Saladino piadoso, caballeroso y religioso, pero no extremista (de ahí los enfrentamientos insinuados con algunos elementos más intransigentes). Sin embargo la película no hace mención a que el yihad fue uno de los temas claves de su "programa de gobierno", vital para legitimizar su dominio, política que llevaría hasta sus últimas consecuencias políticas. Igualmente, aunque es reconocido por todos el trato generoso que tuvo con la población vencida cristiana de Jerusalén, permitiendo su salida, no se menciona que ello se hizo a cambio de un cuantioso rescate, si bien es cierto que el sultán perdono dicho rescate a una buena parte de la población sin recursos de la ciudad (lo que no impidió que el número de esclavos conseguido fuera cuantioso... aunque al menos no pasó a cuchillo a la población, como habían hecho los cristianos en otras ocasiones, y los musulmanes, a su vez lo harían en otras). Tampoco se menciona la ejecución sumarísima - sangre fría- de todos los templarios y hospitalarios capturados tanto en Hattin (donde la orden del Temple perdió cerca del 70% de sus efectivos militares en Tierra Santa) como en Jerusalén. Igualmente también se obvia el sacrilegio de la cruz colocada en el Templo de Jerusalén, y que ante su captura fue golpeada y arrastrada por las calles de la ciudad durante dos días. Lo cual tampoco era extraño en uno y otro bando por esa época. Ahora bien, los malos quizás sea lo "peor" de la película. Son monoplanos, malos hasta la médula y, por lo general, sólo pertenecen a un bando, la nueva nobleza del reino de Jerusalén y la Orden Templaria. Ciertamente personajes de esta nueva nobleza como Guy o R. de Chatillon no eran personajes muy recomendables, según los estándares actuales, pero salvo en el caso del de Chatillon no eran inestables. Guy de Lusignan, con toda su ansia de poder, no era tonto. Ya en tiempos del padre de Balduino IV se había negado a obedecer una orden que le obligaba a presentar batalla en unas condiciones totalmente inadecuadas, algunos le tacharon de cobardía, pero hoy está generalmente reconocido que salvó muchas vidas en esa ocasión. De igual manera, una vez que consiguió la corona, no le interesaba desafiar a Saladino de manera abierta y tan temprano, en ningún caso parece probable que le pidiera a Chatillon, otrora miembro del mismo bando, una guerra como se muestra en la película ("dame una guerra"). De hecho, dicho ataque de Chatillon, que provocaría el subsiguiente enfrentamiento (y ahí sí fue un gran error estratégico y táctico por parte de Guy y del Maestre del Temple plantear la batalla como se hizo... sedientos), fue duramente criticado por el ahora rey Guy, y el de Chatillon castigado. Por otro lado no se hace mención (en la versión de cine) a los otros cristianos (ni judíos) de Tierra Santa, un tema desaprovechado.
Armas y vestuario La película se sitúa en un período cronológico muy concreto, 1184-1187. Ello debería haber facilitado la labor del diseño de producción, concretando localizaciones, vestuario, equipamiento, etc. En general hay que decir que está bien conseguido. Sin embargo es curiosos notar que los extras y los secundarios están mejor armados y vestidos, desde un punto de vista histórico, que los protagonistas. Por ejemplo las cotas de mallas suelen ser más largas que las que usan los protagonistas, cosa que sí llevan algunos de los extras. Tampoco, en el siglo XII había pantalones como los que usan Godofredo o Balian en diferentes momentos de la película, lo cual contrasta más en algunas escenas en la que estos protagonistas se encuentran rodeados por secundarios o extras correctamente ataviados. Quizás esto pueda deberse a una cuestión de mayor comodidad para los actores principales, aunque quita algunos puntos a la historicidad del film. EL armamento está también bastante conseguido, a pesar de que se pueda apreciar una cierta mezcla temporal. En general, y como ocurre con el vestuario, los protagonistas suelen llevar armas y armaduras (cotas de malla demasiado cortas, o anillos demasiado grandes) más propias de fines del siglo XIII o principios del XIV (ie,. la espada de Balian corresponde al modelo del rey Eduardo III de Inglaterra), que de esa década de los ochenta del s. XII. Ello también repercute en los estilos de lucha. Sabemos que el primer manual que se conoce de esgrima es el famosos I.33 datado ca. del 1300, por lo que no tenemos referencias concretas a la forma de combatir con espada en el siglo XII, salvo por ambiguas miniaturas, esculturas y crónicas. Sin embargo el modelo típico de esa época es el conocido de "una mano", porque se combatía con una mano, por lo que la famosa guardia del halcón que se menciona a la película (técnica que enseña Godofredo a su supuesto hijo Balian), correspondería más bien al s. XIV, con espadas de mano y media (para ser usadas con una o dos manos). Otra cosa, a casi ningún protagonistas les vemos con los obligados gambesones y otras protecciones para llevar bajo la malla, cosa necesaria (y que sí aparecen en otros extras). A nadie se le ocurriría llevar la pieza de la cabeza de la cota de malla directamente sobre el pelo (como aparece un par de ocasiones), sería la manera más rápida de quedarse calvo y de cocerse el cerebro en ese clima (por eso todos debería llevar sobrevestas, para evitar que las piezas metálicas estuvieran expuestas directamente al sol). Ciertamente ridícula y sin sentido es toda la escena final en la que aparece Balian, de vuelta a su pueblo natal franco, donde se acerca Ricardo, rey de Inglaterra (con un yelmo como mínimo de principios del s. XIV, si no del s. XV) a pedir que sea su guía... No obstante en general se puede decir que está bien ambientada para el espectador medio ( no medievalista) que no creo que aprecie las inexactitudes. Ciertamente hay películas mucho peores. Heráldica Un tema relacionado es la heráldica. Esta "ciencia" en esa época (mediados del S. XII) estaba en sus pañales, por lo que es ciertamente complejo acertar en este campo. Sin embargo no cabe duda de que queda muy espectacular en pantalla y el director hace profuso uso de emblemas y banderas. A veces parece una película de japoneses con un montón de estandartes al aire, cuando en el siglo XII occidental no se daba ese caso. Estos estaban muy limitados debido a la fundamental labor como guiones y señal de encuentro para las tropas. No tenían sentido llevar muchos guiones y pendones que además de incómodos en combate podía dar lugar a confusiones en la batalla. Fallos. El pendón de Jerusalén no es el que se muestra en la película. Éste es propio de fines del s. XIII-XIV, en el XII lo que parece que era rojo sobre azul (nada de dorado). tampoco es exacto el escudo de los Ibelin, aunque aquí andamos en terreno pantanoso (no hay referencias exactas para la época). La escena del embarco de tropas en Messina (Sicilia). En dicha escena se aprecian por doquier estandartes con el escudo del reino de Castilla-León. Hay un problema, se especifica que la fecha es de 1184. Pero resulta que en dicho año ambos reinos se encontraban separados bajo diferentes reyes, por lo que era imposible que se viera dicha bandera. No sabemos si es un intento de homenaje por parte del director a España, donde rodó gran parte de la película, si es que le sobraban banderas, o si, simplemente, se ha basado en una conocida miniatura de principios del s. XIV donde se ven a tropas cruzadas embarcando y entre cuyos estandartes aparece el de Castilla-León. Quizás una de las cosas más ridículas es ver la escena tipo western cuando el malo de Guy manda asesinar a Balian por medio de unos "templarios". El caso es que tal como aparecen van vestidos como los caballeros de la orden de la Espada (o portaespadas, o caballeros de Livonia) que surgieron en el Báltico cincuenta años más tarde y que nunca pisaron Tierra Santa. Supongo que al director le gustaba la cruz negra apuntada en espada... Pero tampoco seamos demasiado radicales. En otras partes acierta, como en el estandarte de los templarios (el famoso gonfalon blanco y negro), y, como hemos dicho, la heráldica aún estaba en sus primeras fases.
Para la película se construyeron tres balistas, cuatro catapultas, tres torres de asedio a tamaño real. La datos de producción hablan que las torres pesaban 17 toneladas... lo cual probablemente sea un error, debiendo reducirlo a 1,7 a 2,5 toneladas. Ciertamente las crónicas nos hablan de proyectiles incendiarios, aunque no está demostrado que se empleasen en este sitio concreto de Jerusalén, pero a Ridley le encantan este tipo de tomas, desde la espectacular de Gladiator. El tema de los templarios es sangrante. Para empezar hay que decir que Scott se muestra seguidor de hombres como el bizantinista Runciman y el novelista Sir Walter Scott, conocidos por su desprecio de las cruzadas, personificadas en la Iglesia católica y los templarios. Runciman tenía razones académicas (un bizantinista convencido al que no le gustaba este fenómeno que consideraba elemento destructor de su amada cultura bizantina) y personales para ello. Scott con una visión procedente de la ilustración y el romanticismo consideraba a las mismas (cruzadas y templarios) como ejemplo del irracionalismo humano. El director Ridley Scott sigue, sin duda, esta línea de pensamiento. Es curioso notar cómo, mientras muestra con aciertos las divisiones dentro del reino de Jerusalén en bandos políticos (antiguas familias cruzadas* frente a nuevas, que él transforma en un enfrentamiento entre conciliadores y belicosos), donde las órdenes militares (templarios y hospitalarios) también mostraban posturas encontradas, sin embargo, repito, para Ridley los sangrientos templarios personifican lo malvado, lo irracional y radical del hombre cristiano, mientras que los hospitalarios son los "buenos", conciliadores. En realidad ambas órdenes son hijas de su época y de las cruzadas, y si bien los hospitalarios incluían también un marcado perfil asistencial-hospitalario, ambas eran órdenes religiosas para combatir MILITARMENTE al infiel y proteger los santos lugares. Además aparece Raynaldo de Chatillon como si fuera "comandante" de los templarios, e incluso Guy de Lusignan, otro de los malos, se confunde con un templario, cuando en la realidad ni uno ni otro lo fueron. Es otra manera de agrupar a todos los malos juntos bajo el estandarte templario. Temple cuyo maestre por esos tiempos, Gerard, no era un partidario de la paz a toda costa y sí de Guy, ciertamente, pero tampoco un loco insensato. De hecho el padre de Balduino IV, el rey Amaury (Amalrico), había puesto bajo cadenas a unos templarios que abandonaron un castillo fronterizo ante la presencia de numerosas fuerzas enemigas. Hoy, cualquier historiador militar, como defendió infructuosamente el propio Gran Maestre en aquel tiempo, apoya la idea de que permanecer en dicha posición hubiera sido un sacrificio inútil y absurdo. De hecho, la propia regla templaria establece un número máximo de enemigos a los que cierta cantidad de templarios se puede enfrentar (no huir en ningún caso en proporción 2 a uno, y nunca sin orden del mariscal o quien le represente), que, si no me equivoco es de 17 a 1, pero prohíbe expresamente enfrentarse a fuerzas mayores por considerarlo tanto una inutilidad desde el punto de vista militar, desperdiciando muy preciados recursos, como un pecado de orgullo que puede llegar al imperdonable suicidio. Hay cosas increíbles, como el tema del caballo que sobrevive milagrosamente, y de una pieza, al naufragio . Ciertamente para fines del s. XII se han desarrollado una serie de buques adoptados al transporte de caballos, pero ello no aseguraba su supervivencia en caso de naufragio (por cierto los buques que aparecen responden a modelos bien conocidos de fines del s. XIII). Pero el director parece que es un enamorado de las escenas con caballos, desde el famoso duelo hípico de Los duelitas. Tanto en Legend como en Blade Runner aparecen unicornios. En 1492, la mejor escena de la película (y la única que se salva a mi entender) es la toma cuando el "malo" hidalgo español a lomo de su magnífico corcel se enfrenta a la desesperada a una emboscada indígena. En Black Rain hay un duelo esta vez en moto, los caballos modernos. Y en Gladiator es conocida la obsesión del protagonista por los mismos. Quizás aquí podemos hacer el inciso que uno de los materiales más preciados por el Papa y los cruzados para luchar en Tierra Santa era los caballos hispanos, lo que aparece en numerosas cartas de petición. Otra cosa increíble es la transformación mágica del protagonista, Balian, que pasa de ser un herrero (lo normal es que fueran iletrados en esa época), a un erudito en idiomas, estrategia y táctica militar, maestro de espadas e ingeniero industrial y agrónomo.. y todo ello en menos de un año (de hecho pasa a ser maestro de espadas tras una lección de cinco minutos...). El a-historicismo El ahistoricismo es cuando algo pretende pasar por histórico, pero no lo es. Cuando dice que muestra cómo eran las cosas en la realidad, cuando no es más que una visión sesgada, interesada y manipulada de la misma (el historicismo, desde el punto de vista de la historia del arte es ese movimiento del s. XIX que pretendía imitar cosas antiguas, especialmente medievales, llegándose a la copia exacta o la recreación basada en los gustos de esa época). A pesar de lo visto hasta ahora, lo más polémico de esta película es introducir mensajes y motivaciones modernas en personajes y situaciones del s. XII, algo bastante irreal. Y de hecho el propio director admite que tiene mucho que ver con el "panorama actual" y su visión del mismo, o de cómo quiere que sea. Aunque las películas son siempre hijas de la época en que se ruedan, y de hecho esa es otra de las claves para entenderlas. La cinta no empieza bien para un medievalista... más o menos comienza con las palabras "1184, Europa vive sumida en la oscuridad y la represión...", para acto seguido contarnos como un sacerdote ordena decapitar a una suicida a la que roba una medalla... Dónde ha quedado eso que nosotros, los medievalistas, llamamos "renacimiento del s. XII". Luego, Balian le pregunta a su padre que si en Jerusalén podrá encontrar la salvación. Evidentemente cualquier hombre de su época sabía que el peregrinaje (armado o no) a Jerusalén merecía la indulgencia, plena en caso de la cruzada, por lo que se remitía la penitencia de todos los pecados cometidos, y de ahí que se estuviera más cerca de la salvación. Otra cosa es que como cualquier persona normal el protagonista necesite replantearse ciertas cosas, dude de su fe y considere que un viaje le permitirá encontrar alguna respuesta... El director tiene total libertad artística. Y este es un director, como todos nosotros, hijo de una época y que quiere lanzar un mensaje concreto en el contexto actual: las radicalismos, los fanatismos las guerras por la fe no tienen ningún sentido, se aboga por la convivencia. A ello también contribuye la imagen más realista (si la comparamos con las anteriores producciones maniqueas Hollywoodienses) de los musulmanes, bastante positiva ( no ha recibido mayor crítica por las comunidades musulmanes salvo una par de puntualizaciones sobre las oraciones y manera de rezar que se muestran en la película y que no son completamente realistas). Pero todo ello es transmitir un mensaje moderno en una película ambientada en las cruzadas del s. XII, algo totalmente ahistórico, no real para esa época. POr eso el espectador debe ser crítico con lo que ve. Así, la película lanza un claro mensaje laicista o agnóstico. Las motivaciones religiosas se suelen tornar falsas, y no hay un solo miembro de la jerarquía católica que aparezca con buenos ojos. Desde el sacerdote al principio de la película que manda enterrar en suelo no santo (correcto) y decapitar (incorrecto) el cuerpo de la suicida esposa de Ibelin, que luego se muestra avaricioso y tonto ya que no se le ocurre otra cosa que presentarse ante el sufriente viudo colgando de su cuello la medalla que acaba de robar a su esposa (eso es de juzgado de guardia); pasando por el "malvado obispo que ordena (con todo el derecho) apresar al asesino (aunque eso dependía del señor que tuviese la potestad jurisdiccional de la zona, quien pudiera ser el rey, un noble, o un jerarca eclesiástico); hasta el sacerdote que se dedica a predicar que matar a infieles no es malo (hay que reconocer que esa postura existía), y llegando al goloso, poco escrupuloso, poco creyente y cobarde patriarca de Jerusalén, Eraclio ("nos convertimos para salvar la vida, luego nos arrepentimos"). Ciertamente hubo personajes con esas características, pero no todos los miembros de la jerarquía respondían a esos perfiles, como el director parece dar a entender. También hubo críticos a la idea de cruzada (salvar o redimir la penitencia por medio de la violencia) desde un principio, pero fueron minoría (en cuanto el enemigo fuera infiel y se luchase por recobrar tierras anteriormente perdidas por el cristianismo). De hecho el único personaje de la iglesia que se muestra en el film de forma benevolente es un descreído, al fin y al cabo el caballero hospitalario amigo de Godofredo es miembro de una orden religiosa-militar. Claro que pone un su boca frases tan irreales para un hospitalario del s. XII como "no creo en la fe... he visto demasiadas cosas en nombre de la fe para creer que se lucha por la religión...". Algo totalmente impensable para un monje-guerrero comprometido en la lucha contra el Islam. Está claro que el principal mensaje de la película es el rechazo a cualquier guerra santa, o intransigencia por motivos religiosos. Pero una cosa es el plano teórico, otra el práctico realista, y otra cosa muy diferente es lo que se quiere que sea, lo que es hoy en día, y lo que ocurrió en la Edad Media. Es cierto que Jerusalén, para muchos, era la posibilidad del "reino de los cielo" en la tierra, y que muchos se vieron desengañados, pero en ningún caso, que yo conozca de autores contemporáneos, el "reino de la conciencia", como el protagonista repite continuamente. Está claro que siempre que hay frontera hay contactos y momentos de convivencia, pero la propia historia demuestra que eso son momentos, no ideales fijos (en Hispania se concluye la reconquista, en Tierra Santa se expulsa a los francos, etc). Está muy bien elogiar la convivencia, la paz -de hecho es lo siempre deseable-, pero ello no se puede trasladar como una realidad histórica a los tiempos medievales. La historiografía anglosajona gusta hablar más de conveniencia que de convivencia, para esos momentos o sociedades donde pueblos de diferentes credos convivieron o cohabitaron. Otra obsesión del director es el de la libertad, y la "democracia". Ello le lleva a poner en boca de Balian, cuando rechaza tomar como sirviente o esclavo al musulmán que acompañaba al primer caballero musulmán que derrota, lo de "ya fui siervo, que es casi como esclavo. Por lo tanto no tomaré otro siervo o esclavo, ni permitiré que nadie lo sea"...¡válgame Dios! por supuesto parece que se olvida de ello en cuanto entra en posesión de su feudo de Ibelín, qué ¿libero a todos sus siervos y les pagó un salario?.. de ello no se dice nada en la película. Lo que sí se menciona es el hecho, al parece histórico, de que cuando a la hora de la desesperada defensa de Jerusalén, armó caballeros a cierto número de personas. EN la película se muestra que nombra caballeros a todos los que le oyen y se comprometen a tomar las armas. Lo que nos dicen las fuentes históricas es que, efectivamente, nombró caballeros con carácter inmediato, a todos los hijos de nobles y caballeros mayores de dieciséis años (con armas) y a una treintena de burgueses, entiendo a estos por francos libres, pequeños propietarios, mercaderes o artesanos. En ningún caso a siervos, como se muestra en el ejemplo de la película. Tanto esta película, como la de "Averroes" (o The Destiny), dirigida por el quizás más prestigioso director del mundo islámico, el egipcio Chahine , abogan por la paz y son una clara denuncia de los fanatismos de cualquier tipo, especialmente el religioso. Pero si bien en la película de Scott queda claro que los malos, los invasores, son los cristianos, el egipcio no puedo sustraerse a incluir tres escenas que decantan la balanza también hacia su "lado": unas escenas que no vienen al caso al inicio de la película para mostrar que los cristianos también pueden ser fanáticos para lo cual se plantea la represión de la herejía cátara, y cuando hacia el final de la película se mencionan las victorias de Saladino en Oriente (no se habla de sus fracasos) y el éxito de Alarcos para el sultán almohade (1195). Resumiendo. El que yo sea un medievalista especialista en las cruzadas me hizo ver la película con ojos quizás demasiado críticos.l fin y al cabo esto es una película de Hollywood, no un documental histórico, una película entretenida que parece dirigida a los jóvenes (quizás de ahí la elección de Orlando Bloom). Muchos de los personajes y las situaciones que se muestran existieron en la realidad, pero quizás Scott se haya permitido demasiadas licencias históricas -e interferencias modernas- como para considerarla un película educativa-histórica, por sí sola, sin la guía de alguien que realmente conozca el tema. Como siempre hay que entender las cosas en su propio contexto histórico.
Bibliografía Fuentes: Ernoul (escuadero de Balian de Iblein). Crónica (añadida a la "continuación de la crónica de Guillermo de Tyro) Guillermo de Tyro. Crónica de Ultramar De Expugnatione Terra Sanctae per Saladinum, en Ralph of Coggeshall, Chronicon Anglicanum, ed. J. Stevenson (Rolls Series, London 1875), 209-28 Amin Mallaouf, ALgunas crónicas árabes de las cruzadas secundaria: S. Runciman. Historia de las cruzadas J. Riley-Smith. ¿Qué fueron las cruzadas? Bernard Hamilton, The Leper King and His Heirs (Cambridge, 2000) H.E. Mayer, Las cruzadas (2ª ed.) VVAA. The Horns of Hattin. Studies in honour prof. B. Z. Kedar, SSCLE, 1985. *pulanos. Dícese de los campesinos de la costa de Siria bajo dominio cruzado, formado por gentes sirias, armenias y católicos europeos. Por extensión el partido de la vieja nobleza cruzada - ya asentada-, frente a los recién llegados cruzados. ** Hoy en día, el rey de España, SM Don Juan Carlos, sigue ostentando el título de Rey de Jerusalén y Protector de los Santos Lugares (junto a la orden franciscana). |
La página sobre el medioevo de Ana y José Manuel |