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Guía de Alimentación y Salud Embarazo
Alimentación en las etapas de la vida: Embarazo
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Necesidades de nutrientes: Macronutrientes

Proteínas

CarnesEl desarrollo de los tejidos maternos y fetales exige un suplemento proteico en la alimentación de la gestante, el cual es difícil de precisar dado que los distintos métodos usados ofrecen resultados diferentes. Los valores considerados como ingestas recomendadas obligan a tener en cuenta:

  1. Cantidad de proteína depositada en el desarrollo fetal, formación de la placenta, y el aumento de los tejidos de la propia gestante como el útero, el pecho, sangre e incluso el tejido adiposo.
    Aunque la deposición proteica es distinta a lo largo del periodo gestacional, va aumentando a medida que se avanza en el embarazo. Las recomendaciones de la ingesta proteica solo incluyen un valor que engloba toda la gestación.
  2. Variabilidad individual por la diferencia de tamaños corporales de las gestantes.
  3. Eficacia metabólica del organismo de la mujer gestante, necesaria para convertir la proteína de la dieta en estructuras corporales.

Teniendo en cuenta estos hechos, se recomienda un aumento de 25g de proteína/día sobre la cantidad recomendada para una mujer no gestante (según las Dietary Reference Intake de EEUU) y de 15g/día en las recomendaciones españolas (Mataix, 2009). Al día, la ingesta total sería de unos 71g/día (Dietary Reference Intakes for Energy, Carbohydrate, Fiber, Fat, Fatty Acids, Cholesterol, Protein, and Amino Acids, 2002).

En general, la ingesta real de proteínas en la alimentación cotidiana habitual supera siempre las ingestas recomendadas, lo que hace que casi nunca haya problemas de desnutrición proteica.


PanHidratos de Carbono

Son conocidas las situaciones de hipoglucemia durante el embarazo sobre todo después de periodos de ayuno. Se atribuyen a que la glucosa es un compuesto que atraviesa la placenta con mucha eficacia y, aunque el proceso de gluconeogénesis (producción de glucosa a partir de las reservas de grasa) aumenta durante la gestación, no es suficiente para compensar la transferencia de glucosa al feto (E. Herrera, M.A. Lasunción). También se ha observado una resistencia insulínica para evitar una reducción aún mayor de la glucemia, que sería mal tolerada por el feto.

Esta situación de déficit de glucosa se puede solucionar con una buena distribución de alimentos ricos en carbohidratos en las diferentes comidas. Ver Guía práctica, Raciones tipo.

Se recomienda una ingesta de hidratos de carbono de 175g/día (Dietary Reference Intakes for Energy, Carbohydrate, Fiber, Fat, Fatty Acids, Cholesterol, Protein, and Amino Acids, 2002). Los alimentos que contienen azúcares de absorción lenta o azúcares complejos son: pan, pasta, arroz, legumbres, harinas, patata. Por otro lado, están los azúcares de absorción rápida o azúcares simples, que serían: dulces, repostería, caramelos, refrescos azucarados. Es preferible elegir alimentos ricos en azúcares complejos y repartir su ingesta a lo largo del día con el fin de evitar posibles hipoglucemias.

Otra fuente de azúcares de absorción rápida es la fruta. En este caso, no solo hay que fijarse en tomar alimentos que se absorban lentamente sino que sean alimentos que aporten los nutrientes necesarios para cubrir las necesidades de las gestantes, ya que la fruta también es una fuente rica en fibra, vitaminas y minerales.


Aceites y grasasLípidos

Durante el embarazo aumentan los ácidos grasos libres, triglicéridos, colesterol total y fosfolípidos, debido a cambios en el metabolismo del hígado y del tejido adiposo. Esto coincide con elevadas necesidades de estos nutrientes para la formación de las membranas celulares en el feto.

En la primera mitad del embarazo hay una tendencia a mayor consumo de alimentos ricos en carbohidratos y lípidos, que permiten la síntesis y depósito de grasa. En la segunda mitad, se reduce la ingesta de alimento, existe una resistencia periférica a la insulina y los cambios hormonales favorecen la utilización de las grasas acumuladas.

Las recomendaciones de lípidos en el embarazo se mantienen igual que en la población general. Su ingesta debe representar el 30-35% del valor calórico total siendo de elección los alimentos ricos en grasa de calidad como el aceite de oliva, el pescado azul o los frutos secos.

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