ExámenesTipos de exámenes

En la UNED, normalmente existen dos tipos de exámenes, y el alumno conoce, desde el inicio del año académico, qué tipo de examen tendrá que rendir en cada asignatura. Los tipos de exámenes son:

Examen tipo test

Este tipo de examen consiste en una serie de preguntas acompañadas de alternativas de selección múltiple, y ha de contestarse en las llamadas hojas de respuesta. Ésta última es la que se ha de cumplimentar con las respuestas. Normalmente, sólo se acepta la selección de sólo una alternativa por pregunta.

Se recomienda contestar las respuestas seguras primero, y luego calcular, nás o menos, la calificación que se obtendría con ese grado de respuestas. Por ejemplo, si el test está formado por 30 preguntas, y penaliza, es decir se descuentan los errores, y has contestado 17 preguntas con alto grado de certeza, de manera que es probable que tengas el aprobado, podrás plantearte si quieres arriesgar contestando otras y tomar una decisión consciente.

 

Examen de desarrollo

Los exámenes de desarrollo implican que el alumno ha de exponer y desarrollar un tema, teniendo especial atención a las instrucciones. Existen dos formatos habituales:

Algunos CONSEJOS previos al exámen
  • Tener claro el sitio concreto de examen y el horario de presentación e inicio
  • Dormir bien
  • Haber desayunado o comido equilibradamente, no en exceso, ni de difícil digestión
  • Ayuda a disminuir la posible ansiedad:
  • Llegar con tiempo al lugar de examen
  • Llevar dni o carnet de alumno
  • Llevar el material necesario: bolígrafos, typex, calculadora y formulario cuando corresponda, etc.
  • Al ingresar a la sala de examen, ser cuidadosos en no tener más material sobre la mesa que el estrictamente necesario.
  • Solicitar papel borrador (el alumno no puede utilizar papel que no esté sellado) para poder hacer sus esquemas, cálculos, anotaciones, etc.

Recomendaciones Depósito de exámenes Programa de radio

MÁS CONSEJOS


EN EL EXAMEN TIPO TEST :
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Prestar mucha atención a las instrucciones generales, teniendo claro el tiempo del que disponemos, si penalizan las respuestas equivocadas y la forma de responder y de borrar en caso de error.

A lo largo del examen, debemos actuar con orden, controlando el tiempo:

Leer con atención el enunciado, teniendo claro qué nos piden.

Anticipar mentalmente una respuesta antes de leer las alternativas.

Leer bien todas las alternativas de respuesta: no se trata de marcar la primera que nos pueda parecer buena; se trata de encontrar la mejor.

Si la respuesta mental que habíamos anticipado no se corresponde con ninguna de las que nos ofrecen, debemos actuar por exclusión, eliminando las que con seguridad son incorrectas.

Si dudamos entre dos, nos decidiremos por la que consideremos más acertada, prestando la máxima atención a las palabras clave y a los adverbios y locuciones adverbiales (siempre, nunca, a veces, mucho, poco, nada, todos, algunos, ninguno, etc.).

En una primera lectura, hay que constatar las preguntas que sabemos con seguridad, las que nos resultan fáciles, sin pararnos ante una pregunta difícil.

Debemos controlar el tiempo: si este nos falta, es preferible que lo empleemos en las preguntas más difíciles y dudosas que en las que podríamos haber contestado bien con seguridad. Después nos iremos deteniendo en las preguntas que presenten más dificultad.

Si se valoran negativamente las respuestas erróneas, hay que adoptar la estrategia de dejar en blanco las preguntas que nos resultan totalmente desconocidas o que presenten serias dudas.

Generalmente, sólo hay una alternativa de respuesta correcta para cada pregunta; por tanto, nunca hay que señalar más de una, salvo que en el enunciado se especifique que pueda haber más de una correcta.

Muchas veces hay que marcar las respuestas en hoja de respuestas aparte, también denominada hoja de lectura óptica.

Habrá que tener cuidado de marcar de modo que coincida el número de la pregunta con el número de la respuesta. Si respondemos las preguntas de forma salteada es más fácil equivocarse.

 

 

EN EL EXAMEN DE PREGUNTAS CORTAS :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Procurar no dejar preguntas en blanco. Si nos falta tiempo para acabar, conviene dejar inacabada la penúltima pregunta y escribir lo esencial de la última.

Conviene empezar por las preguntas que nos resulten más fáciles, dejando para el final las más difíciles y largas.

Si sabemos muy poco de alguna pregunta, debemos reflexionar sobre lo que recordamos y puede estar relacionado con el tema, tratando de deducir la respuesta y elaborando un guion basado en aspectos estudiados.

 

 

EN LA REDACCIÓN DE UN TEMA :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Esta modalidad de examen escrito puede consistir en el desarrollo de un tema o bien en la realización de un comentario de texto. En general, en este tipo de prueba se valora la capacidad para relacionar ideas con orden y claridad, así como la aptitud para manejar de forma correcta los conceptos y terminología propios de una temática.

Consejos para el desarrollo de un tema:

Escribir un borrador en papel aparte, comenzando por anotar todas las ideas, puntos y apartados que de algún modo tienen que quedar reflejados.

Estructurar todo el conjunto de datos, haciendo un esquema-guion.

Seleccionar las ideas más importantes. Es conveniente que dicho esquema  aparezca al inicio del desarrollo del tema, estructurado en apartados y subapartados.

Seleccionar lo más relevante, tratando de dar un enfoque global y centrándonos en la cuestión principal que nos proponen; es decir, no salirse del tema.

Conviene, al final, incluir un punto de «conclusiones» o «valoración personal». Por tanto, el tema tendrá tres partes bien diferenciadas: Esquema, Desarrollo y Conclusiones.

Un buen principio y un buen final son muy importantes en este tipo de pruebas, así como una clara estructuración de ideas.

 

 

EN EL COMENTARIO DE TEXTO:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Dependiendo de cada tipo de texto, habrá que introducir aspectos propios de la disciplina de que se trate, y estos vendrán dados por las características de la propia asignatura. No obstante, son pasos comunes los siguientes:

Lectura comprensiva y analítica del texto.

Identificación y contextualización.

Tema principal que trata.

Estructura de las ideas que aborda.

Análisis de la forma.

Conclusión.

 

 

EN EL DE EJERCICIOS PRÁCTICOS O PROBLEMAS ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Para este tipo de examen habrá que seguir las pautas marcadas en las correspondientes asignaturas. No hay recomendaciones válidas para todos los exámenes de tipo práctico. Es obvio que requieren un entrenamiento previo. Será difícil hacer correctamente una traducción del latín al español en un examen sin antes haber realizado un número considerable de ellas del mismo nivel de dificultad. Lo mismo podría decirse, por ejemplo, de un problema de Matemáticas o Física. Además, el tiempo que nos conceden suele estar calculado presuponiendo que ya hemos adquirido cierta rapidez y práctica en la resolución.

 

 

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