Ponencia de Antonio Fernández.
Recorriendo la ruta que va de Sobrefoz a Ventaniella —ocho kilómetros de hermosos paisajes—, tras haber saludado al impresionante pero tímido pico Tiatordos, envuelto en sugerentes nubes, el grupo de alumnos disfrutaba al contemplar el relieve escarpado, los hayedos, los bosques mixtos, el discurrir del río Ponga, y, de repente, escuchando una de las explicaciones del profesor Antonio Fernández, el alumnado comprendía que no solo estaba rodeado de naturaleza, sino de cultura, de la huella dejada por generaciones y generaciones que supieron adaptarse a un medio hostil. Y, a partir de ese momento, comenzaron a observar "de otra forma" un paisaje cuya interpretación les permitía comprender también el pasado de Asturias.
Este era uno de los objetivos del curso "La gestión de los recursos naturales en los Espacios Naturales Protegidos", impartido en el Parque Natural de Ponga el sábado 30 de abril, que además de plantear las posibilidades y dificultades de gestión de dichos recursos, se adentró en las claves de la evolución reciente del paisaje a partir de la ocupación humana y la adaptación de esta al medio. Un ejemplo lo constituyen las comunicaciones verticales, de los valles a las brañas, para que en verano el ganado se aprovechara en estas últimas de unos prados que conservaban la humedad. Y esto, claro está, con ganado que pudiera trepar: ovejas y cabras.
El proceso traía consigo el encuentro estival de los grupos de jóvenes en las brañas, y no solo de la zona, sino también los venidos de Extremadura y Castilla, como es bien sabido, que cuando había agostado buscaban estos pastos. "Por algo la toponimia asturiana se extiende a lo largo de Ruta de la Plata", señaló el profesor. Y por ello en el curso se habló del papel de los puertos y pasos de montaña para la comunicación entre ambas vertientes de la Cordillera Cantábrica, y de dos testimonios que aún quedan de ello: la ermita y la venta de Ventaniella, cuyo momento de mayor relieve durante el año llega con la fiesta de la Santina de Ventaniella, el primer sábado de septiembre.
Ponencia de Jesús Ruiz.
Sobre estas y otras cuestiones —por ejemplo, de cómo "las fronteras son las cicatrices de la historia"—, disertó Antonio Fernández, mientras que Jesús Ruiz fue el encargado de ofrecer una panorámica geográfica del concejo de Ponga —en el que viven más de 700 habitantes, y que es Parque Natural desde 2003, con 22.5000 hectáreas—, así como de despertar la curiosidad del alumnado por los valores geomorfológicos de la zona, en plena falla de Ventaniella.
Asimismo, el profesor Jesús Ruiz llevó a cabo una práctica de campo con los alumnos y alumnas: la realización de un inventario de vegetación —uno de los momentos más participativos del itinerario—, que consistió en consignar los distintos ejemplares localizados en una zona delimitada de 100 m2, consignando las características de cada uno de ellos.
El curso concluyó con la recepción al grupo por parte de la alcaldesa del concejo, Marta Alonso, que mostró su satisfacción por el hecho de que la UNED realizara este curso, que "contribuye a dar a conocer el concejo teniendo en cuenta su historia, y poniendo en valor el Parque Natural, con especialistas universitarios que ayudan a interpretar el paisaje de otro modo".
Ermita de Ventaniella. |
Los profesores y el alumnado del curso, tras la recepción en el Ayuntamiento de Ponga. |
CA Asturias. Gijón
Galería fotográfica del curso.
