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Debilidades de la memoria
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Todos hemos tenido alguna vez un fallo de
memoria, bloqueos, falsos recuerdos o el: "lo tengo en la
punta de la lengua".
La memoria es la llave de nuestra cultura personal, de nuestras capacidades
intelectuales, de nuestra historia, de nuestra identidad, ... Fiarse de ella es
crucial.
Los psicólogos han constatado, en juicios simulados [Elizabeth
Loftus: las
falsas
memorias], que los jurados consideran la confianza de los testigos en sus
recuerdos como el elemento más fiable para decidir su veredicto. De ahí la
importancia de poder fiarse a sus capacidades mnésicas y de conocer bien sus
mecanismos de memoria para ser capaz de prever su debilidades.
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Fallos de memoria.
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Falsos recuerdos.
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... en la punta de la lengua.
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... en la punta de los dedos.
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Falta de atención.
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Déjà vu [esto ya lo he visto].
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Jamais vu.
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Criptoamnesia.
Paliar las debilidades de la memoria.
Ni al máximo de sus capacidades, ninguna memoria es
infalible. Todo el mundo se queja, un día o otro, de sus pérdidas de memoria,
pero la mayor parte del tiempo esto no es nada patológico, sino más bien
adaptativo.
En
el recuerdo.
Los
fallos de memoria.
¿Cómo se llama el restaurante en el que cenamos hace 20 días? ¿el nº de
teléfono de ...? Estos fallos son el reflejo de un componente indispensable de
nuestra memoria: el olvido, que nos permite borrar de la memoria el sitio donde
aparcamos hace tres días, cuando lo que nos interesa es dónde hemos aparcado
esta mañana. Gracias al olvido la memoria se descarga de informaciones incómodas
y desfasadas o dolorosas. Mientras que los hipermnésicos [caso
de AJ: la memoria perfecta, o
Solomon Shereshevsky: el hombre con más memoria del mundo] conservan cada día de su vida con "espantosa"
precisión, el hombre normal olvida entre el 50 y el 75 % del texto que ha leído
la noche anterior. Si
pudiésemos recordarlo todo, tendríamos grandes problemas a medida que pasa el
tiempo para realizar otras tareas más relacionadas con la concentración y la
atención, ya que los recuerdos se apiñarían en nuestro pensamiento, causándonos
graves trastornos.
Si crees que tu cerebro "olvida demasiado bien", huye del cansancio, estrés,
medicamentos y alcohol.
Recordamos mejor lo que hemos comprendido y analizado.
Para retener
información sin sentido [lista de la compra] una buena estrategia es organizar
por categorías: por pasillos, por comidas, por frutas, por productos de limpieza
…
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Los falsos recuerdos.
Si te diera una lista con 15 palabras [reposo, fatiga, siesta, cama, vigilia,
despertar, sábana, despertador, ...] y te pidiera que escribieras de memoria el mayor nº
posible, aparecería alguna que no estaba en la lista ¿sueño está en la lista?…
Tranquilo ese era el objetivo de este juego. Es un falso recuerdo, un producto
de la MCP. o M. de trabajo.
Experimento de
Deese, Roediger y McDermontt: el 40 % de las personas
añaden "sueño" a la lista. En el momento de restituir las
palabras, ante la dificultad de recordarlas todas, el falso recuerdo es llevado
a hombros por su hermana mayor la MLP. Una memoria que dispone las palabras en
función de su sentido, y la clase "cama, despertador, ..." están al lado de
"sueño". Ésta no es, pues, más que un señuelo: sin estar en la lista, "sueño" es
el punto común con las demás palabras. Y se encontrará, a pesar tuyo, en tu
lista.
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Lo tengo en la punta de la lengua.
Quién actuaba como predicador, en el intercambio, junto con Angelina
Jolie. Eres capaz de visualizar su cara, su nombre da vueltas en tu cabeza. casi
sientes cómo se forma en la punta de tu lengua, pero no consigues pronunciarlo.
Según
Patrick Bonin [profesor de Psicología Cognitiva en Clermont-Ferrand], este
fenómeno es mayor con nombres propios [62%] que con nombres de objetos [12 %] o
nombres abstractos [23 %]. En jóvenes se da una media de 0,98 veces por semana y en
personas mayores hasta 1,65 veces [mayores de 65 años].
El problema no está en la memorización, sino en su recuperación. El nombre del
actor está en algún sitio de tu memoria, ... al lado del título. Tu mente lo recupera perfectamente
[debido a la certitud de conocerlo] pero no consigues restituir su forma sonora. Si
algún nombre utilizado recientemente te viene a la mente, va actuar como una
pantalla y bloquear la recuperación del nombre exacto.
La única solución es no insistir y pasar a otra cosa. En el 95 % de los casos el
nombre viene sólo, fuera de contexto.
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… o en la punta de los dedos.
¿Puedes decir en voz alta el código PIN de tu móvil? imposible, a pesar de que
lo compones cada día. No sucede nada extraño, ya que la información no está allí
donde la buscas.
Desde el
nacimiento vamos llenando el "saco-memoria" con todo tipo de conocimientos
declarativos, procedimentales, o emocionales. La secuencia de 4 cifras del
código PIN tan bien aprendida debería estar en la M. semántica. Pero tras un
periodo de aprendizaje migra a la
M. procedimental, la que nos permite montar en
bicicleta, nadar, … y componer nuestro PIN sin reflexionar [también, cambiar de
canal sin mirar el mando de la tele]. Es la memoria de los automatismos,
contrariamente a la M. semántica, esta memoria de gestos
[automática-procedimental] es "muda", de ahí la dificultad de pronunciarle en
voz alta.
Se puede
prevenir con "gimnasia cerebral": visualizar el desplazamiento de los dedos
sobre el teclado mientras repites mentalmente las cifras.
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La falta de atención.
Qué cara figura en los billetes de 5 €, aun manipulándolo a diario es probable
que no tengas ni idea. Estos pequeños detalles, que forman parte del flujo de
información, llegan a nuestro cerebro sin llamar nuestra atención y sin ser
memorizados. Es la falta de atención, el principal enemigo de una buena memoria.
Esta
capacidad de
distribuir nuestra atención nos protege de la sobrecarga, pero
puede, también, empeora los resultados. Cuando hacemos varias cosas a la vez,
la atención prestada a cada una se divide entre ellas. Aunque seamos capaces de
hablar y andar, de comer y leer, las cosas se complican cuando dos actividades
utilizan la misma zona del cerebro: según un estudio en el los alumnos tenían
que leer un texto y retenerlo, los resultados empeoran un 25 % cuando el
profesor transmitía una canción de fondo, y el 40 % cuando añadía el video clip.
En
consecuencia, poner un ojo en el televisor [o elaborar el plan musical del fin
de semana] y otro en el libro tiene todas las probabilidades, en el test de
memoria, de valerte un resultado por debajo de tus capacidades reales.
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En
el reconocimiento.
Déjà vu.
Cuando experimentamos aquello de "esto yo ya lo he visto"
y aun a sabiendas de que es la primera vez que lo vemos, esa certeza no atenúa al sensación de familiaridad. No es producto residual de
reencarnaciones, tampoco de clarividencia o precogniciones, ni una desincronización de los
hemisferios cerebrales. Es un fallo en la memoria de reconocimiento [Anne
M. Cleary].
Si
trasladamos el problema al campo del reconocimiento, la pregunta no sería por
qué somos incapaces de recordar la situación anterior, sino qué indicios, por
qué creemos reconocer la situación actual.
Es un
fenómeno que casi todo el mundo ha experimentado alguna vez [se estima un
porcentaje de 97 %], se da en la
juventud, o bajo condiciones de fatiga [en este caso la experiencia suele durar
muy pocos segundos].
— Un fenómeno relacionado con este falso reconocimiento son los seudopresentimientos: experiencia en la que se
tiene la sensación de haber presenciado un hecho, y aunque no se haya
presenciado nunca antes, hubiéramos sido capaces de predecirlo. Tiene una
cualidad parecida al sueño [a veces no lleva a pensar que lo habíamos soñado
previamente].
— Otro es la paramnesia [como un olvido, el otro extremo del déjà vu -Hablamos
de Paramnesias cuando las anomalías toman un carácter patológico-]:
crees recordar que has estado en un sitio parecido [p.ej.
"creo que ya he estado en esta calle"] cuando en realidad ocurre que ya hemos
estado en esa calle. Lo que no recordamos es que es la misma, sino una parecida.
Hay una sensación de familiaridad, pero no hay un auténtico reconocimiento. Es
un fallo en el reconocimiento, no un
reconocimiento falso como en el deja vu.
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Jamais vu
[lo contrario del del déjà vu].
Cuando, aun conociendo, y recordando, una determinada situación, no
experimentamos ninguna sensación de familiaridad. Como el déjà vu, también es un
fallo en la memoria de reconocimiento.
La
sensación de no familiaridad suele suceder cuando ha habido algún cambio en el
espacio que intentamos reconocer [por ejemplo en una de nuestras clases]. Sin
embargo, tan pronto como identificamos el cambio la sensación de no
reconocimiento desaparece.
Se trata de
una experiencia bastante menos común que el déjà vu. Estos momentos esporádicos
y súbitos de no reconocimiento
son misteriosos mientras duran, pero
pasan muy rápido y nos vemos de nuevo en el mundo conocido y familiar.
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Criptoamnesia.
Hace referencia a aquella experiencia en que un recuerdo no es
experimentado como tal, sino que por el contrario se cree que es una producción
original vivida por primera vez. Es, entonces, un fallo en el reconocimiento con
ausencia de sensación de familiaridad.
El
déficit que persiste en el "jamais vu" es el no recordar los perceptos [imagen
de lo percibido] experimentados regularmente, mientras que en la criptoamnesia
el fallo está en no reconocer las ideas ya conocidas [por tanto recordadas].
Para explicar este experiencia se apela a la distinción entre M. episódica y M.
semántica [Tulvig], pues el fenómeno siempre se da con material de naturaleza
semántica.
Es un
fenómeno bastante habitual en el mundo artístico y científico [anuncian una idea
con la creencia de ser original y propia cuando en realidad ya la habían leído].
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Debilidades de la memoria en la Red:
Reseñas
para buscar más información de fenómenos relacionados.
— El fenómeno de no puedo ubicarle o tu cara me suena [en general con personas
fuera de contexto].
— Conozco la cara pero no el nombre [el fenómeno está en función del uso que se
hizo de la atención en la situación original].
— Sensación de conocer [convencimiento de que se conoce o se sabe algo, pero
fracasamos a la hora de demostrarlo].
— Laguna temporal [en habilidades sobre aprendidas, conducir siempre por el
mismo camino, y poder no recordar cómo se ha llegado al destino].
— Verificación de tareas [conductas que llevan a confirmar que determinadas
acciones o tareas han sido llevadas a cabo].
— Pseudomemorias y falsificación de la memoria [fabricación de recuerdos para
llenar lagunas mnésicas].
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